30 agosto 2009

Tener o no tener


Ocho y catorce minutos de la tarde (a tan solo cuarenta y seis minutos del término de la jornada laboral), en la oficina con un dado a cantar lo más hondo que su diafragma le permite a tempranas horas de la mañana.

“Quien yo me sé, no sabe lo que se ha perdido”.

Quien el de más arriba y yo sabemos, desconocía que tuviera “posesión alguna”, por lo que la sensación de pérdida no existe, aunque sí la posibilidad de tener “propiedad”, que le hubieran entregado, sin que supiera que tal “bien” estaba en su poder.

En caso de que quien sabemos (y ocultaremos), intuyera que podría estarse perdiendo algo, no le dio importancia, porque interés no ponía, tal vez porque lo conocido hasta el momento (muy poco) no fue suficiente (calidad), para despertar la curiosidad de conocer mucho más.

Quien no ha perdido nada, aún puede ganar mucho. Quien cree que algo es muy bueno, quizás no sepa que puede ser mucho mejor, o se esté engañando.

To be continued… o no.



23 agosto 2009

Sandías

En esta región extremeña, la ingesta de la sandía sigue un proceso muy similar en todos los hogares, que suele producirse al mediodía, cuando todos los miembros de una familia se reúnen para comer.

1.- Colocación del manjar.

La ubicación que se le da a la sandía, es en el centro de la mesa, para que todos puedan verla bien y seguir el proceso sin dificultad alguna.

2.-Control de calidad del género.

Se golpea la sandía con los nudillos. Dependiendo del sonido que ésta emita, que puede ser de “muy hueco” a “levemente hueco”, se determinará “a priori”, si la sandía es “buena” o “mala” (para evitar sorpresas, es aconsejable que esta misma operación se lleve a cabo en el punto de venta del producto).

3.-Corte y confección

Se introduce la punta del cuchillo (cuanto más grande sea éste, más limpio saldrá el corte de la “tajá”, en extremeño, o tajada). En este paso es importante tener en cuenta dos factores: si al introducir el objeto cortante, sale un poco de líquido rosado y el crujir de la carne. Si se dan éstas dos circunstancias, la fruta “está para comerse”. Si por el contrario no sale jugo y no cruje lo suficiente, está “pasada” (o demasiado hecha).

4.-Vista y olfato.

Una vez la sandía está partida en dos mitades, se observa su color y se percibe su olor. El rosado degradado a blanquecino y ligero aroma, es síntoma de que la sandía es “esaboría”. El rojo pasión y fuerte fragancia a fruta tropical, indicará que es “sabrosa” o “jugosa”.

5.- Degustación.

Último y definitivo paso. Se completa el proceso cuando el diente es hincado en la fruta. Hay quienes, llegados a éste punto, se ayudan de un cuchillo o navaja, para quitar las pipas antes de probar la sandía. Para una degustación satisfactoria, es aconsejable morder la sandía con pipas incluidas y una vez se haya separado en el interior de la boca las mismas de la carne, expulsarlas sobre un plato, o en su defecto sobre la mesa con cuidado de no apuntar a nadie.

En la ingestión de la sandía, los comensales llegan a la conclusión de que la fruta es engañosa, pues el sonido, el color, y el crujir, sólo son conjeturas que no se sostienen en base sólida, y siempre habrá alguien a quien le guste mucho (“esta tajá ha salido buena”) y alguien a quien no le guste tanto (“pues mi tajá no tiene mucho gusto).

Nota de la autora: El proceso también resulta útil para la degustación del melón.

16 agosto 2009

Agosto en ciernes

Esta vez os dejo una versión que no conocía de un tema que me gusta mucho.
Con treinta y cuatro grados en el interior de casa (y aún no ha caído la tarde, que es cuando el horno empieza a funcionar a todo gas), no se me ocurre nada sobre lo que escribir.

Hace dos días que no pienso, y si he pensado algo en las últimas cuarenta y ocho horas, no me acuerdo. Tampoco he puesto demasiado interés en escribir algo. Estoy agotada. Una parte de mí está derretida en el suelo (que es de gres y resulta refrescante cuando no llevas demasiado tiempo tirada sobre él), la otra parte sale del paso (sigo empeñada en no dejar que mi voluntad flaquee y llevar a cabo aquello que me propuse hace un año y ocho meses, ser constante con el blog) con este tema de Queen.

He empezado a irme un poquito, como otros antes que yo hicieron, pero seguiré aquí por si regresan o regreso.


09 agosto 2009

Tal día como hoy


Amanecía cuando asomó la cabeza al exterior.
Afuera la temperatura era algo más fría que el lugar donde había pasado los últimos meses, pese a ello, aquel era el momento adecuado para dejarse llevar por las corrientes marinas y enfrentarse a los peligros que le acecharían en adelante.

La pelusilla rubia del bigote se ladeó ligeramente. Arrugó la cara enfurruñado. No estaba seguro de que aquello le fuera a gustar, demasiada luz cegaba sus ojos, pero ya no había marcha atrás.

Un hombro, seguido del otro y luego los brazos. Iba saliendo poco a poco, para irse ambientando. Los pies delimitaron los dos mundos; al que ya no volvería, y al que pertenecía.

Era alargado y rollizo, algún día tal vez, un barítono por el potencial vocal que ofrecía. Voz descontrolada, que educada, le conducirían a los teatros más importantes de Europa.

Pronto se hizo sabio. Su camino no era el cante, sino el aprendizaje y observando, reteniendo y aplicando, se convirtió en uno de los Grandes Maestros de las Ciencias Escondidas (y a veces ocultas), y los demás en aprendices (algunos aventajados).

Ocurrió hace años (tantos, que la vida aún no me había alcanzado) y lo que sé, es lo que me contaron y lo que os cuento lo que sucederá el quinto día de la semana que amenaza con atraparnos.

UNO de los Grandes Maestros de las Ciencias Tímidas, conmemorará su centenario (quizás sólo unos pocos menos de la mitad). Algunos estaréis descubriendo quien es hoy; otros, llegasteis aquí, porque cierto día primaveral, tuvo la osadía de desvelaros un secreto de cierta discípula avanzada, que desde entonces ha buscado el modo de vengarse. Secreto por secreto.

En tan memorable día, que los versos salgan de vuestras plumas y las plumas sobre papiro escriban, como lo hacen los míos:

Gran Maestro de las Ciencas Temerosas, una rosa, es una rosa, no la cojas a menos que peligre tu vida, o peligro correrán tus dedos. Que los años te acompañen con flores sin espinas.

En caso de disponer sólo de teclado y monitor, podéis dirigiros a:
http://cachosdevida.blogspot.com/, para dejar vuestros poemas o bien hacerlo en este post.

02 agosto 2009

De ruta


Soy enemiga de fiestas, borracheras y multitudes.
Abstemia declarada, aunque no siempre fue así. Cuando era pequeña, a veces me daban un vasito de quina Santa Catalina, para que me abriera el apetito, pues mala comensal he sido siempre y a estas alturas, no voy a ampliar mi particular abanico de alimentos mezclados cocinados, pero tan nauseabundo líquido burdeos, lo único que hacía era revolverme el estómago, y recordando aquellos trágicos momentos de la ingesta, retorcijones noto en zona abdominal, donde bondades debería proporcionarme el cercano olor a chocolate que percibo.

Este fin de semana (el mismo en el que un lustro se cumple desde mi llegada aquí), en este paraje del interior situado al sudoeste de la península, se celebra, como ya viene ocurriendo en los últimos tiempos por beneplácito del señor alcalde, sus concejales, y el señor cura, “La ruta de las tapas” en la plaza del pueblo, que consiste en que los bares desempolven sus stands, para que los autóctonos (y lugareños de otras poblaciones cercanas llegados en autobuses fletados), vayan “de bar en bar”, bebiendo y picando, hasta acabar tirados por cualquier parte (incluso en rincones inhóspitos), rodeados por vasos de plásticos, orines y botellas de cristal rotas en el suelo, espectáculo al que asistimos por la mañana, los que pagamos involuntariamente a través de impuestos, las brillanteces del terrateniente amigo de las aves, sobre todo cocinadas en un plato después de haberlas dado muerte en campo abierto.

Dicen lenguas variadas, que el señor cura (gobernante de la iglesia de la plaza dónde todo discurre), discurso corto ofreció a los asistentes a una boda, achacando su brevedad ante los presentes a que había tenido que retirarse de la ruta, para bendecir matrimonio, y a ella debía volver, para seguir festejando tan importante día del alcohol.
Numerosos ojos le vieron después lucir una camiseta blanca en la que rezaba: “La ruta de las tapas”, con todos los logotipos de los bares colaboradores, y un pañuelo rojo a lo sanfermínero. Pues fiesta no bendecida, fiesta maldita.

Analizando la preocupación de los del poder, por mantener a sus habitantes hidratados una vez al año, y sólo pensando en ellos, resulta más rentable invertir capital en emborrachar al pueblo (parco en ideas), que en sustituir los ordenadores de más de veinte años a los que los niños dan uso en la biblioteca, no vaya a ser, que una de las criaturitas salga inteligentilla, y el día de mañana sea la alternativa a las tapas y el alcohol, desplazando al “único pensamiento”.