Un corsario procedente de Catalonha, me trajo de sus viajes por tierras de Al Ándalus, un manuscrito envuelto en pergamino, cuya verdad ha resultado reveladora… Al parecer cada una de nosotras lleva el espíritu de una princesa “olvidada o desconocida” en su interior. Hay muchas y muy variadas como colores existen en el mundo y por la descripción de la nuestra se nos conocerá, ya que en ellas se condesan todo cuanto somos.La mía se llama Blandina y su rasgo principal es la inactividad. Se pasa el día durmiendo y ni para comer se levanta (mucho menos para otros menesteres) cogiendo el relevo de su pariente lejana La Bella Durmiente, que cien años durmió si inmutarse la muy holgazana… si bien no puedo hacer lo mismo que ella todos los días, pues ocupaciones diversas requieren de mi atención, representa algunas de mis aspiraciones futuras.
Deletrea de Eletrea es otro de esos espíritus buenos (pues varios son los que tengo), que habita en mí. Ella es la intelectual. La que todo lo lee, incluso aquello no recomendado a damas de alta alcurnia, pero su sed de lectura la puede y hace de libros, periódicos, folletines, etc., sus presas por periodos cortos… lo que tarda en devorarlos.
A Farragosa le debo el temperamento. Grita sin parar animando a batallones a luchar, increpados por palabras que mal entendidas dolor pueden causar. Es perspicaz. No deja títere con cabeza cuando le exalta el revoleteo de un mosquito o se atraganta con una miga de pan…
Princesas… Príncipes… seres desconocidos que merodean dentro de nosotros y a los que les restamos importancia porque no los podemos ver... Pero hasta lo invisible existe.
PD: Si quieres saber un poco más de ti, Philippe Lechermeier y Rébecca Dautremer te lo mostraran en "Princesas... olvidadas o desconocidas" (detrás de cada una de ellas, siempre hay un príncipe resignado)



