17 agosto 2008

¿Quieres?

-¿Quieres ser la madre de mis hijos?
Si el hombre más atractivo jamás visto sobre la faz de la tierra te aborda en medio de la calle para preguntarte esto, sólo existe una respuesta posible.
-Sí.

Esbozando una sonrisa tan perfecta como el resto de su ser visible, el trajeado de piel bronceada y ojos noche abierta, toma mi mano, la besa con la cortesía de un caballero refinado y vuelve a hacer audible su voz aterciopelada.
-Ven conmigo.

Le sigo cogida a su mano. Apenas habla, pero sus miradas son tan significativas que sobran las palabras.
-¿A dónde vamos?
-A un lugar que no querrás olvidar nunca.

¡A su casa! Es impulsivo y no soporta la idea de tenerme tan cerca y que sólo se rocen nuetras manos. Quiere crear un vínculo que nos una para siempre.
Despierta mi curiosidad por conocer dónde vive; por ver su baño; su armario… por verle dormir mientras amanece.

Habiendo caminado durante quince minutos, de pronto nos detenemos.
-Cierra los ojos.

Tardo en reaccionar. Cada premisa pronunciada produce en mi cerebro una pequeña conmoción.
-¿Confías en mí?
Quiero gritar ¡Sí!, pero sólo asiento con la cabeza.

Cierro los ojos. La situación es surrealista, he seguido a un extraño que quiere que sea la madre de sus hijos hasta su casa, y estoy a punto de involucrarme por completo en su vida… pero resulta romántico.

Guía mis pasos rodeando mi cintura con su brazo para protegerme de tropiezos. Subimos unos escalones. Abre una puerta y entramos en un lugar donde se oyen susurros y un profundo olor a desinfectante.
Noto su calor delante de mí y sus manos cogiéndome con suavidad de los brazos. Estoy impaciente por saber que ocurrirá a continuación.
-Ya puedes abrirlos.

Lo primero que veo es a él y luego no puedo evitar mirar en derredor. No sé exactamente donde estoy pero no me gusta y la magia que envolvía cada momento hasta llegar aquí, ha desaparecido.

Me sonríe con la mayor de las dulzuras. Ya no me parece tan atractivo.
-En esta clínica tienes lo que necesitas de mí para engendrar a nuestros hijos.
Le miro atónita…. ¿Y por qué no me lo das tu mismo?
-Serás la mejor madre que podrían tener mis hijos.

Si me ha elegido a mí de entre el resto, es porque en algún momento tiene penado que surja el amor entre ambos. Me está probando, quiere saber que estaría dispuesta a hacer por él, y a pesar de mi desencanto momentáneo, sería capaz de hacerlo TODO.

En cinco años he alumbrado tres veces. Vivo en una inmensa mansión con mis hijos, el padre de mis hijos y con las otras: su mujer, su novia, su amante, la mujer de su vida…

-¿Quieres ser parte de mi vida?
Cuidado con lo que respondes.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Da.

Eso tio es mi héroe, con la tontería de darle a cada mujer su sitio, se rodea de ellas y quién dice que no cambia de idea y la madre pasa a ser la amante o la novia la mujer de su vida...

Tendré que cambiar mi piso de 80 m2 por una masión para que quepamos todos.

Un beso, inventista.

Anónimo dijo...

¿No sería más fácil reunir a todas esas mujeres en una sola?

A lo mejor el bronceacito este no sabe que las mujeres podemos serlo todo a la vez... no como otros...

Besos.

Uno dijo...

Ufff, pues que de gracias que no le hubiese dado un mochazo, sacado un riño y dejado tirada en algún callejón.

Ays, que confiadas son algunas.
Si es que las hay tan impulsivas como tontas.

Saludetes

P.D. Eso sí que era una secta, fijo.

Anónimo dijo...

Nena, nena, nena... qué los principes azules no exiten, porque todos acaban convirtiéndose en rana babosas.

Si un desconocido -por más atractivo que sea- te aborda en la calle, sal corriendo antes de que te atrape.

Un beso.

Anónimo dijo...

Y los que no somos los más atractivos sobre la faz de la tierra, ¿que hacemos?

Condenada vivirá el resto de su vida por no mirar un poquito más a su alrededor, en lugar de irse con el primero que le pide un hijo.

Nos vemos.

Anónimo dijo...

Puffff... si es que con una caidita de ojos os dejais deslumbrar. Cuando un hombre pide algo "raro", es que lo que viene a continuación es más raro aún.

Confiadilla.

Un Beso.

Daniela Haydee dijo...

CARLOSIDEAL: más bien podría tratarse de antihéroe... y en cuanto a lo de darle a cada mujer su sitio, los podemos ocupar todos y a la vez, como hasta ahora. Eso sí, este chico tiene mucho encanto.

Un beso.

SOFÍA SAAVEDRA: Sí, lo mejor sería seguir como hasta ahora, pero entiendo que en la variedad está el gusto, aunque en este caso parezca sexista...

Quizás alguna debería hacer lo mismo...

Un beso.

UNO: Ya, pero es que el galante era irresistible y cuando lo es, es imposible ofrecer resistencia a lo inevitable... ¿Será mejor arriesgar y perder que pensar el resto de la vida que hubiera ocurrido si...?

Los románticos son tontos declarados, que duda cabe.

Saludos.

LA FRUFRÚ: a esta rana le faltaban unos años para ser babaso, años disfrutables del modo en que fuera.

Estaba pensando mejor en que si un desconocido aborda a alguien por la calle, eso es "Impulso"... No hay nada como el desodorante.

Besos.

SOYYO: contestando a tu pregunta, seguir siendo los del interior "más bello", a fin de cuentas es lo determinante... No hay tantas lanzadas como esta muchachas dispuestas a dar hijos a diestro y siniestro.

Nos oímos.

ZIMBAGÜE: razón no te falta, pero a veces hay cosas que se perciben que te hacen tener la verdad absoluta acerca de otra persona.
Confiada o no, vio algo que no había encontrado en nadie más y le siguió hacia una vida programada. Salirse de juego es fácil.

Besos.