08 abril 2012

Eso



Sábado noche.
En “El Gran debate” (Jordi me sigue pareciendo un hombre interesante para pasar una velada, pese a que algunos de sus colaboradores hagan que me pregunte con cierta frecuencia “¿qué hago yo aquí con estos?”) el amor, derivados y desencadenantes a discusión.

Entre las cuestiones que desmenuzan rescato esta:
¿El amor dura para toda la vida?
Evidentemente no. El amor pasa por varios estadios, el primero de ellos es la pasión, ese fervor con que en los inicios de una relación se desea estar tan cerca de la otra persona, que acabas atragantándote.
El cerebro ordena oler, saborear, admirar, oír y tocar, todo ello sin un orden predeterminado, para calarnos profundamente de “ese extraño objeto del deseo” (oscuro era para Buñuel) que nos ha minado la voluntad y mientras esto ocurre el corazón bombea sin parar a velocidades inusuales en condiciones normales (desenamorados).

El segundo estadio es la armonía (o estadio de transición al tercero y último). La pasión se ha calmado, existe en momentos puntuales, pero sobre todo se respira la calma que da la seguridad de haberlo conocido casi todo del otro y por lo mismo nos volvemos posesivos, considerándolo de nuestra propiedad. El amor empieza a flaquear, lo sentimos aún, pero es por el hábito.

El cariño es el tercer estadio. Puede considerarse también una forma de amor, pero no suele ser el que preferimos, por la falta de entusiasmo y ese acostumbramiento a hacer las cosas por rutina. Se quiere, es posible, pero no se ama y lejos se está de esos primero años de entregas y concesiones heroicas.

La infidelidad es otro de los temas estrechamente ligado al amor, en cualquiera de sus estadios. Que cada quien, con sus percepciones delimite donde empieza y cuando termina; si es una mirada, un pensamiento o una lambada.
Oyendo a unos y otros concluyo que si nos molesta tanto que nos engañen, es porque no nos han elegido a nosotros, lo que nos hiere el orgullo. Descubrimos que no somos tan importantes como para monopolizar “el amor” y el deseo, del de al lado, que es lo que esperamos por otra parte; convertirnos en “lo único” y “lo eterno”, eso es el amor, o al menos se parece al amor verdadero, que suele ser el que más gusta por lo grande que parece.

Palabras de paria de estas lindes.

6 comentarios:

Fiebre dijo...

Me ha encantado leer esta reflexión con otros ojos.
Como Estadista profesional se me fue un poco el Santo al cielo viendo la encuesta y sólo pensaba:
Mentira, mentira mentira...

Y no por culpa del equipo que hizo un buen trabajo, sino porque tu reflexión en esta entrada es certera.

Hay gente que se enroca en "lo eterno" y contesta según lo que quisiera, no según la realidad.

Ganas tenía de estar aquí un domingo cuando publicas doña Daniela...

carlosideal dijo...

Osease que es verdad que la pasión dura cuatro años como he oído por ahí, lo que me parece un dato optimista, con año y medio ya echas de menos otras cosas.

Reducir lo mal que sienta una infidelidad al orgullo no lo había pensado de este modo pero sí, tiene su lógica a lo mejor porque somos demasiados egocéntricos y queremos ser los únicos en todo.

Menos humos :)

Un beso.

Uno dijo...

Coincido básicamente con lo que dices. El amor es para un rato, ya sea unos días o la eternidad, no es seguro y tiene un fecha de caducidad tan borrosa que no se puede leer.

Sobre la infidelidad y la posesión, tengo un pensamiento abierto. Cuando amas das, no exiges. Si un día y otro sigue funcionando, hemos de sentirnos felices porque sea así. Si llega el día en que la persona amada prefiere a otra, en parte (hay muchos grados) o totalmente, ¿qué vamos a hacer? ¿qué se le puede exigir? No veo correcto hacer valer ningún argumento de propiedad, no los hay, simplemente hay que aceptar que es así, re-equilbrar la relación o, si es más conveniente, separar los caminos.

Saludos desde tu tierra.

sofíasaavedra dijo...

En la segunda y tercera etapa predomina el desencanto solo que en la segunda etapa duele y en la tercera ya te has acostumbrado, debe ser eso que llamas cariño.

Un beso.

zimbagüe dijo...

Más que una paria me pareces sensata y yo no soy tan optimista como tu, la pasión dura lo que dura el deseo, ni más ni menos. Lo demás son cuentos :)

Un abrazo.

Daniela Haydee dijo...

FIEBRE: Las encuentas no suelen ser fiables porque hay personas que aprovechan para trazarse una realidad paralela a la suya y como bien dices, contestan sobre lo que les gustaría, no sobre lo que tienen.

Quizás algún día mis domingos vuelvan a ser domingos :P

CARLOSIDEAL: No hagas caso de lo que se diga, piensa más bien que tu puedes ser la excepción que rompe la regla. Para algunas cosas es lo más apropiado :P

Un beso.

UNO: Si nuestra vida tiene caducida, todo lo que nos rodea también y no por esta razón vamos a hacer un drama.
Las cosas pasan por alguna razón, pero hay que saber reconocerlas para designarlas correctamente.

Idealizar no sirve de mucho.

Saludos desde tu puebo atardeciendo.

SOFÍA SAAVEDRA: Es más triste dejar de sufrir que pasar de hacerlo. Al menos cuando sufres existe alguna posibilidad de seguir persistiendo y hasta el ingenio se agudiza.

Un beso.

ZIMBAGÜE: Voy a creer que para cada persona es distinto y hay a quienes les dura toda la vida :P

Un abrazo.