Como no puedo mejorarlo, voy a empeorarlo, consciente de que la flauta de pan para algunos es crispante... aun así me arriesgo.
Hay cosas que no me explico de mi misma, mi simpatía por esta flauta es una de ellas.
Los sonidos me envuelven (figuradamene, de otra forma sería agresión) en una tul suave que al rozar la piel se torna caricias (ahí queda eso, para consideraciones ajenas) y en el estómago aparece ese cosquilleo que algunos sentimos cuando nos peinan el pelo con los dedos (y no es el peluquero).
5 comentarios:
Te entiendo perfectamente. Debemos ser dos taradas sin remedio.
Como mi rollo va más por la inquietud de la percusión y los saltos sin medida...cuando me pongo ´boba´, me puedo quedar absolutamente momificada viendo a un músico callejero manejando el hang.
Me pasa como a ti pero con el saxo, y si encima hay poca luz, es una explosión de sensaciones.
Un beso.
Cuando me lavan la cabeza en la peluquería, casi me quedo dormida.
¡Es tan placentero que te toquen el pelo! Sea quien sea.
Un beso
Me chirrían las flautas en general, estas en particular, pero has elegido una pieza bastante light.
Te perdono por esta vez.
Un beso
Se te olvidó añadir que también te gusta el pan de flauta :-)
Ná que decir, a mi las flautas ná de ná.
Saludos desde tu tierra.
Publicar un comentario