Profundizar en las reuniones exprés que cada mañana tienen lugar a la entrada del "edificio" donde trabajo, entre las empleadas que apuran el cigarro antes de abrir el cortijo correspondiente, estaba en mi mente.
No fumo ni desayuno fuera de casa (teniendo leche en la nevera y galletas en el armario, invertir tiempo y dinero en departir con otros seres adormilados, y sabida mi falta de sociabilidad previa a la ingesta de alimento alguno, seria una insensatez social y económica, que es la que me preocupa), pero participo de algunas de esas conversaciones cronometradas, cuando llego a la puerta con el último minuto adherido a esa parta prominente de los dorsos bajos.
Dejo el tema para otra ocasión, sin tengo menester. Hoy no toca.
Dos afirmaciones han cambiado el rumbo de mis intenciones domingueras.
Un pensador concienzudo, considera a las mujeres "máquinas de reñir", debido a un "defecto genético".
Paso por alto la incongruencia del popurrí de conceptos elegidos por el pensante para parecer divertido y entro en materia: quien mucho es reñido (por la de al lado), escasa inteligencia manifiesta y en su incapacidad de encontrar argumentos sólidos que rebatan sastifactoriamente voluntades firmes, llevados por un infantilismo rimbombante, denosta a quien sí sabe llevarlos puesto.
No haré de la entrada una batalla campal entre unos y unas, aunque me apetezca el tira y afloja implícito en la misma, mi juicio no lo permite: ni nosotras somos complicadas ni a ellos hay quien no les entienda. No comparto estas creencias universales tan extendidas en el mundo moderno.
Lo de los manuales para humanos ha pasado a la historia y de moda. No son necesarios para comprender al contrario, pese a lo recurrente que resulta mencionarlos cuando no se sabe asimilar una situación (en la que participan dos), o hemos perdido el partido por goleada.
Hombres y mujeres no son iguales; (no hay más que ver a quienes afecta antes la fuerza de la gravedad desde la niñez, es obvio que nosotras la carne la tenemos más sujeta al cuerpo y menos cerca del suelo), nuestra tendencia es distinta (cada cabra tira a su monte), pero coincidimos en generalizar comportamientos particulares a los que ni siquiera pasaban por allí... No todos, claro, solo algunos y algunas que superan en número a los que no hacen extensibles al resto de los morales su apreciación hacia alguien.
No somos máquinas de reñir, solo susceptibles de expresar acaloradamente nuestro pensamiento (llamemoslo apasionamiento argumental) y nuestra genética solo es defectuosa si entra en contacto con otra genética de igual imperfección... Qué ancha me he quedado (según RAE, orgullosa, envanecida y ufana).
Nota aclarativa: la imagen elegida es un tópico en el que no creo, aunque a veces se me antoje una realidad.
12 comentarios:
Uy, nena, dirás lo que quieras, siempre has sido muy diplomática, pero todos hombres han pensado alguna vez con lo mismo que el hombrecito de la imagen, y la mayoría sigue haciéndolo.
Al tipo del "defecto genéntico" le faltan unos años para ponerse al nivel de su señora eso si lo alcance.
Ya me ha entrado la pataleta de niña berreante.
Un beso.
Por experiencia propia lo que decís es imperativo y no hay forma de que veais otras realidades que la que quereis ver.
Me solidalizo con el de la máquina de reñir, algo de razon tiene el hombre :)
Un abrazo.
Coincdido contigo. Toda generalización es pobre, inexacta e injusta. De todo hay en todos los bandos.
Creo que lo que más abunda es gente que no quiere entender o no quiere hacer el esfuerzo de entender y prefiere fortificarse en su óptica del mundo creada por unas pocas impresiones.
Generalizar es pereza de pensamiento, buscar atajos para no tener que interpretar a los demás, prejuzgar y meter en el mismo saco todos con una determinada caracteristica que muchas veces puede ser caprichosa o aleatoria.
Mi único desacuerdo es en lo que dices al principio sobre que quien es muy reñido demuestra poca inteligencia.
Conozco gente de empapada de mala leche crónica, que sólo saben ladrar a los demás y cuando les intentas argmentar algo o gritan más o se largan. Gente que no quiere discutir, sólo mear el terreno para marcar territorio. No lo asocio a ningún genero, bueno, estoy pensadon concretamente en un imbecil integal, pero no creo que esta caracteristica se exclusiva de ningún genero. Muchas veces el reñido o tiene que aguantar o tomar medida más drásticas para obtener algo de respeto que pronunciar algunas palabras.
Me ha gustado mucho tu entrada.
Saludos desde tu tierra
Yo sólo añadiré: !VIVA TÚ SENTIDO DEL HUMOR!
Feliz fin de semana.
Un saludo.
No me gustan las generalidades pero este tipo de cosas se oyen a menudo y no dudo que en algunas ocasiones sean ciertas pero una que trabaja en un departamento rodeada de hombres les diría que se dieran una vueltecita cuando quieran por aquí, quizás no oiga tantas voces en alta voz pero podríamos hablar de mala leche pero muy mala por no decir mala baba y para continuar podrían escuchar que tipo de conversaciones son las que les hacen reir y disfrutar.
Bufff no sigo que me sulfuro jajaja
Un saludo y feliz fin de semana
Me gusta tu punto de vista sobre la fuerza de la graedad, es un consuelo.
Sí, generalizamos continuamente por inercia sin tener en cuenta las circunstancias. Es un ejercicio muy gratifivante.
No deberíamos pero muchos seguiremos haciéndolo :)
Un beso
LA FRUFRÚ: Es probable, pero quizás sean menos de la mayoría :P
Un beso.
ZIMBAGÜE: Reducirnos a un mecanismo que actua sin pensar, no se acerca ni de lejos a la realidad. Lo que parece dista mucho de lo que es.
Un abrazo.
UNO: Las palabras exactas son "quien mucho es reñido escasa inteligencia manifiesta". Hay que distinguir entre ser inteligente y manifestar esa inteligencia. Quien no hace uso de ella (por los motivos que sea), no pelea sus batallas, lo que no significa que no sea inteligente.
En lo demás, estamos de acuerdo :P
Saludos desde tu tierra.
DISANCOR: La ironia conduce a más sitios placenteros que la falta de ella. Gracias.
¡Buena semana!
Un saludo.
LUNA AZUL: Me viene a la cabeza que cuando se junta un grupo de hombres o de mujeres, al final siempre acaban despotricando sobre ellas u ellos. Solo espero que estó que sé que ha ocurrido en ocasiones, solo sea casos aislados, aunque me a mi que no.
Un abrazo.
SOFÍA SAAVEDRA: Tengo que darte la razón. Me quedo con tus palabras e intenciones.
Un beso.
Hola Daniela !
Menudo tema tiene tú post, jajaja, me ha gustado mucho. Nunca hay que generalizar pero la verdad que hay hombres que nos deján mu mal al resto.
Un beso desde Macondo.
Esta semana no has publicado nada. Nada de nada. Es igual, yo comento de todas formas el contenido de lo publicado, o mejor dicho, no publicado.
El tema me parece flojo, el contenido insustancia. La forma en que está escrito poblre. Eso sí, no le encontrado ningún defecto.
Saludos desde tu tierra.
Yo es que con este Uno me tengo que partir la caja...
:)
Yo no había comentado porque no riño, ni lo sé hacer.
Pero mi actitud es peor, después de pensarlo unos días, porque soy propensa a callarme, darme media vuelta y comprendo que pueda ser exasperante para el resto.
Daniluski, generalizo sin vosotras estariamos perdidos y esas "riñas" son productivas en el fondo... A la inversa también :)
Un beso
AURELIANO BUENDÍA: Hago extensible su observación a las mujeres, por los/las que no nos debemos sentir representados :P
Un beso.
UNO: ¡Que crueldad! Tus consideraciones no son objetivas, sino promovidas por la impotencia de igualar o mejorar mi nada.
Un vacio tan grande de ausencias nunca podrá ser pobre, al contrario rico en espacio amplio, no como el de otros, que más quisieran parecerse a lo que envidian.
No estoy en desacuerdo con lo que dices.
Saludos desde tu pueblo.
FIEBRE: Tu control es loable y si callar no te ataca por dentro, me parece hasta sano.
El contrario que rabie :P
CARLOSIDEAL: A veces... Y ahí lo dejo que como me extienda no acabamo nunca, y ya sabes que nunca es demasiado tiempo para perderlo con mis divagaciones.
Un beso.
Publicar un comentario