Llama una señora a la que el de la cara agria le toma nota del signo del zodiaco y de la edad en una libreta con finalidad nula.
La señora quiere saber “si acabará sus días acompañada”. Sin barajar las cartas, las va poniendo una por una sobre la mesa.
-Sí y no –Respuesta del argentino-. Te explico. Dentro de tres años te casas, pero tu vida termina a los 87 años. Acabarás tus días sola porque te quedarás viuda dos años antes, pero estarás acompañada ese tiempo.
-¿A los 87 años? ¡Qué vida más corta! Pero si mi madre murió a los 90.
-Tu mamá aguantó más que tú. Es el tiempo que tienes en la tierra.
-Tengo 85 años, no me puedo casar y quedar viuda cuando dice porque estaré muerta.
-Quien dice tres años, dice dos. Te casas dentro de dos o tres años. Es lo que dicen las cartas. Las cartas no mienten. Buenas noches, te mando un abrazo.
-¿A los 87 años? ¡Qué vida más corta! Pero si mi madre murió a los 90.
-Tu mamá aguantó más que tú. Es el tiempo que tienes en la tierra.
-Tengo 85 años, no me puedo casar y quedar viuda cuando dice porque estaré muerta.
-Quien dice tres años, dice dos. Te casas dentro de dos o tres años. Es lo que dicen las cartas. Las cartas no mienten. Buenas noches, te mando un abrazo.
La señora solo quería saber si iba a encontrar a alguien porque se sentía sola, sin ni siquiera plantearse el matrimonio, “tener a alguien” con quien compartir sus días y con una bestialidad y crueldad sospechables en el personaje, le desvela el insensato (para quien crea en estas cosas) la fecha de caducidad de la vida de la interlocutora.
Me imagino a la señora celebrando su 87 cumpleaños en un discoteca en la que conoce a un hombre al que le dice: cásate conmigo mañana, que no nos queda mucho tiempo… por cierto, te mueres en cinco o seis días, que lo sepas y yo seré viuda hasta que te siga en uno meses.
Después de ti, no habrá más hombre, por falta de tiempo más que de ganas.
Después de ti, no habrá más hombre, por falta de tiempo más que de ganas.
Para tirarle de los pelos que no se ven debajo de la mesa y retorcerle los… Eso.
5 comentarios:
Aceves es todo empatía y sensibilidad. Creo que además habría que llamarle "A veces" por lo que acierta.
Un asco y una pena que hayan individuos así y que además tenga el poder de arrebatar las ilusiones y el dinero a la gente.
Una pena también que la gente confie en este tipo de mamarrachos.
Saludos desde tu tierra
No se puede esperar demasiado de gente como esta que montan numeritos absurdos para atraer a más atenciones desdichadas.
El personajillo este en cuestión, no estaba más p'allá que p'acá?
Un abrazo.
Ya lo decía mi profesor de matemáticas, los números te llevan a todas partes, son esenciales para desenvolverse en al vida.
Octavio debió saltarse algunas clases todo el día con las cartas para con da tiempo para instruirse.
Un beso.
Ay chiquilla para que dejas entrar a gente rara en casa, criatura...
Bueno yo también veo a veces esos programas zapeando, me divierten las bobadas que hacen los profesionales del teatro, lo malo es que algunas personas se lo tomen como una solución a sus problemas.
Un beso.
UNO: Su "trabajo" está claro en que consiste, pero me sorprendió la desfachatez con que continuó con la consulta después del la evidencia del engaño.
Saludos desde tu pueblo.
ZIMBAGÜE: Ya se sabe... Mala hierba no muere nunca.
Un abrazo.
CARLOSIDEAL: Tu profesor tenía mucha razón, aunque no me gusten las matemáticas, no las utilizo en contra de nadie.
Un beso.
LA FRUFRÚ: Cambiando, cambiando al final acabas en lo esoteríco para ver la actuación de los artistas invitados.
Un beso.
Un beso.
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