El vecino miró la luz, miro las coristas, abrió grandemente la boca y se refregó los ojos.
Yara, avanzó y se unió a la línea de coristas. Cuánto echaba de menos sus zapatos de plataformas, no eran cómodas para andar, pero sin duda mucho más seguras que la frágil dermis de la planta de los pies.
Yara, avanzó y se unió a la línea de coristas. Cuánto echaba de menos sus zapatos de plataformas, no eran cómodas para andar, pero sin duda mucho más seguras que la frágil dermis de la planta de los pies.
Su propósito, se llamaba Mixo, la miraba algo desconcertado. Poco a poco se fue acercando hasta ella. Cuando estaba a un metro maulló dos veces, luego comenzó a cruzarse entre las largas piernas de Yara, mientras ésta poco a poco iba cesando su baile.
Se detuvo, se agachó y cogió a Mixo en su regazo. Las coristas rompieron filas y se fueron hablando de sus cosas de coristas, la luz permaneció y permitió que atónito vecino pudiese observar bajo la minifalda los atributos sexuales de Yara.
"Gato malo, gato malo, ¿por qué has dejado sola a mami en medio de la noche?".
"Gato malo, gato malo, ¿por qué has dejado sola a mami en medio de la noche?".
El vecino, recuperado gritó con un aspaviento "Marica de mierda, iros a celebrar lo del orgullo gay de los cojones a otra parte, que ya no son horas y aquí todos somos decentes".
Yara, miró al vecino, le sonrió y le mandó un beso. Torció el rostro el vecino y refunfuñando se volvió hacia su casa. Yara le imitó con Mixo arrebujado contra su pecho.
Yara, miró al vecino, le sonrió y le mandó un beso. Torció el rostro el vecino y refunfuñando se volvió hacia su casa. Yara le imitó con Mixo arrebujado contra su pecho.
Tan sólo quedo allí la luz solitaria esperando que alguien le diese fin a su existencia, ahora, sin sentido.
Eso es lo que le hubiera gustado hacer al vecino, plantarle cara a la mala mujer que se cruzó en su camino, y que solo fuera ya olvido. Lo que no se recuerda, no hiere, desaparece.
Soñar despierto no sirve de mucho, pero al menos hace que las cosas puedan ser distintas, aunque la realidad sea otra y no le guste.
Soñar despierto no sirve de mucho, pero al menos hace que las cosas puedan ser distintas, aunque la realidad sea otra y no le guste.
La mujer que corría, no era su mala mujer, pero podría ser la mala mujer de otro. Coge un pollo, encuentra lo que busca en él, y lo deja en una caja azul.
El propósito deja de correr. Hace un buen rato que corre solo.
Mira a su alrededor, a lo mejor la loca está escondida esperando a que se relaje para atraparle otra vez y llamarle "nenuco". Todo menos eso.
Debería haber corrido menos, para que la chica pensase que podía atraparle, y darle falsas esperanzas.
Nota que le falta algo. Le gusta sentirse en peligro. Le gusta el riesgo y sentir que está a punto de ser capturado. Buscará la chica para que vuelva a perseguirle, quién necesita más a quién.
Mira a su alrededor, a lo mejor la loca está escondida esperando a que se relaje para atraparle otra vez y llamarle "nenuco". Todo menos eso.
Debería haber corrido menos, para que la chica pensase que podía atraparle, y darle falsas esperanzas.
Nota que le falta algo. Le gusta sentirse en peligro. Le gusta el riesgo y sentir que está a punto de ser capturado. Buscará la chica para que vuelva a perseguirle, quién necesita más a quién.
Ygriega entra en un bar y se toma unas cañas. La carrera le ha dejado sedienta. Antes o después cazará al propósito de las narices.
Se come tres pinchos de tortilla y eructa sin parar. Eructar le satisface, siempre lo hace después de comer. Le gustaría fumarse un puro, otra de sus satisfacciones, pero salió tan deprisa de casa, que se los olvido cogerlos.
El hombre de al lado enciende una pipa. Ygriega le mira eructando otra vez.
-Te conozco. Eres el tipo del interruptor. Por tu culpa no sé cuantos días llevo fuera de casa.
-Ah, claro, la descerebrada que corre por las noches. ¿Te hace?
Le ofrece la pipa.
-Pssst.
Aspira profundamente. El mundo es distinto cuando los pulmones se llenan de aire.
-Almuerzo todos los días aquí. Si quieres más, búscame. Puedo hacerte un buen precio.
Ygriega se echa a reír como una descosida. Es feliz.
Se come tres pinchos de tortilla y eructa sin parar. Eructar le satisface, siempre lo hace después de comer. Le gustaría fumarse un puro, otra de sus satisfacciones, pero salió tan deprisa de casa, que se los olvido cogerlos.
El hombre de al lado enciende una pipa. Ygriega le mira eructando otra vez.
-Te conozco. Eres el tipo del interruptor. Por tu culpa no sé cuantos días llevo fuera de casa.
-Ah, claro, la descerebrada que corre por las noches. ¿Te hace?
Le ofrece la pipa.
-Pssst.
Aspira profundamente. El mundo es distinto cuando los pulmones se llenan de aire.
-Almuerzo todos los días aquí. Si quieres más, búscame. Puedo hacerte un buen precio.
Ygriega se echa a reír como una descosida. Es feliz.
Yara y el propósito se encuentran al girar una esquina.
-Dame lo que quiero, nenuco.
El aliento le huele a una plantación de María Luisa.
-Juégatelo.
El propósito le mira desafiante.
-Vale.
Saca una baraja de cartas y se la muestra a Yara.
-Aquí no, allí.
El propósito señala el parque al otro lado de la calle.
Yara cada vez está más cerca de conseguir lo quiere.
-Dame lo que quiero, nenuco.
El aliento le huele a una plantación de María Luisa.
-Juégatelo.
El propósito le mira desafiante.
-Vale.
Saca una baraja de cartas y se la muestra a Yara.
-Aquí no, allí.
El propósito señala el parque al otro lado de la calle.
Yara cada vez está más cerca de conseguir lo quiere.
Juegan al poker sentados en un banco. El propósito antes de ser propósito, era jugador profesional, pero una mala mujer, seguro que la misma que la del vecino basurero, le arruinó la vida.
Apostó todo por ella y todo perdió el insensato. Menos el "as" que se guardaba en la manga. Sin ese "as", él no se hubiera hecho propósito.
A lo mejor tenía más que agradecerle a esa mujer mala, que reprocharle.
Apostó todo por ella y todo perdió el insensato. Menos el "as" que se guardaba en la manga. Sin ese "as", él no se hubiera hecho propósito.
A lo mejor tenía más que agradecerle a esa mujer mala, que reprocharle.
7 comentarios:
Recta final. Ultimas maquinaciones.
El vecino basurero deambula por la calle. Ha sido un día duro. Los ojos le escuecen y algun pollo ha cambiado por polla y viceversa.
Errores humanos. Todos los cometemos.
Piensa enla mala mujer. La atleta improvisada se la ha recordado. Debería llamarla y decirle que los corazones son propiedad privada y no se pueden robar. Será lo primero que haga al llegar a casa. Oír su voz.
He cumplido.
Un beso
Hola, es la primera vez que paso por aqui y me ha encantado tu blog, tus letras me atraparon.
Saludos.
Qué penita que esto se acabe, Dani. Has sacado lo mejor de mí. Lo peor, ni te lo imaginas :)
"-¿La revancha?
Pregunta Yara poniendo la misma cara que en la últimas 70 revanchas.
-Porfa Nenuco.
-Tu ganas. Me tienes aburrido. Ni una más. ¿Qué quieres?
-Quiero...
Mira a su alrededor, se acerca al propósito y le susurra algo al oído...
Un beso.
Un beso.
Echo unas letras que no se como encajarán.
..............
Maldita sea, a penas se ha girado ha relampagueado, mala señal. Ya se lo estaba indicando su pata mala. Inevitablemente el abrumador sónido del trueno avasalla el silencio de la noche. Maldita sea. El viejo acelera su andar, no son más de veinte pasos pero pinta mal.
¿Que fue eso?
¿... y eso otros?
Maldita sea, ya caen enormes goterones, seguro que eran complices de algún diluvio. Seguro que llega acasa empapado.... y la tipa esa, la corredora, ya puede empezar a echar una de sus carreras, ya puede porque con la que va a caer se la va a mojar hasta el alma.
.................
Saludos desde tu pueblo
En resumidas cuentas...
La mala mujer contesta al teléfono.
-Mala, ladrona de corazones.
-¡Trajano! ¡Que sorpresa, lindo! Oye no me tengas en cuetna aquello, hombre, que ya ha pasado mucho tiempo y últimamente los días parcen qu van más deprisa.
-Te llevaste mi corazón, mala mujer usurpadora.
-No, no, no. Lo cogí prestado, pero pensaba devolvértelo cuadno estuviera listo. Ya sabes que mi hermano es brujo o algo así, bueno, pues se lo levé al diablo pra ue lo hiciera más grande y cupiera todo el amor qeu tengo para darte. Lo hice por nosotros, lindo mio.
-¿Y los otros hombres!
-Ninguno de importancia, pasatiempos para olvidarte, pero eso es imposible, mi lindo.
-Ah bueno, si es así... si eso volvemos, pero me tienes que devolver el corazón.
-Trato hecho.
No hay mujeres malas, solo precepciones disparatadas.
Un plazar seguirte la corriente en éste experimento tuyo :)
Un abrazo.
Todo ocurre en un instante.
El próposito la mira con cara rara antes de irse " para esto tanta persecución, bah"
Se marcha con las primeras gotas.
-¡Eh, tú! ¡Me lo debes! -Grita Yara.
-¡Concedido!¡Déjame en paz! ¡Con la lluvia encojo!
Yara empieza a saltar de alegría.
Todo ha cambidado. Ya tiene lo que tanto quería.
Echaré de menos esta vena creativa. Me he divertido mucho siguiendo esta peculiar historia.
Un beso.
CARLOSIDEAL: Muy bien cumplido. Gracias por tus delirios artísticos :P
Un beso.
YESSI: Durante este mes de febrero, los asiduos al desván, han dejado volar la imaginación y las palabras que te atraparon fueron las suyas, no las mías, aunque me alegra que así haya sido.
Gracias por entrar en el desván y por esas palabras grabadas en la pared.
Un saludo.
UNO: Desconcertadita me tienes, pero lo que no encaje se hace encajar. Aquí cada cual continua la historia como le parece, aunque no se entienda nada de nada.
Qué literario y encriptado te ha quedado. Muy bien.
Saludos desde tu pueblo en febrero.
ZIMBAGÜE: Un placer leer tus ramalazos literarios. Sin tu intervención, nos hubieramos perdido una buena parte de ironía :P
Un abrazo.
SOFÍA SAAVEDRA: No descarto hacer novillos otro mes cualquier y que vosotros escribias las entradas... Gracias por tu saber hacer :P
Un beso.
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