Paso toda la tarde del viernes escuchando flamenquito en el trabajo. Al camarero “lolailo” de la cafetería de enfrente (a un escaso metro de la oficina), le entra la vena jonda y se desmarca con lo que me parece un antiguo (por el sonido) cassette, de venta exclusiva en gasolineras y mercadillos.
“El profundo” (inusitado), nos ameniza las horas con el poderío de un llorón con voz gritona y desagradable (muy desagradable, excesivamente desagradable, perturbadoramente desagradable), al que acompaña un coro de plañideras mal afinadas.
El flamenco (la rumba) no me nace. No me gustan los lamentos musicalizados de nadie, si acaso tolero mis gorgoritos líricos, pues mientras torturo al silencio, al menos estoy sintiendo el peso de la pena en “mis adentros” más hondos.
Resultándome imposible concentrarme y algo crispadilla, presto atención a la letra convenciéndome de que todo sucede por alguna razón (ya) y si mis oídos se han unido a un género tan poco adecuado en horas laborales, es porque hay un mensaje oculto y mi misión es descifrarlo.
Rescato algunas frases que consigo entender entre “aies”, “ays”, “as” y “os” (la mayoría pertenecientes al estribillo, que es lo que más se repite).
“Tú pa’mí y yo pa’ti”, precisión suiza (como los relojes).
“Si te vas, te habrás ido”, y si llegas, habrás venido. La sencillez elevada a infinita potencia.
“La bandera de mi alma por ti ondea a media asta”, el alto contenido intelectual me abruma, lo reconozco. Me la apropio para dar calabazas y después suelto un “aaaay” “arrevenio”.
“Por ti me rompo, por ti emerjo”, por ti me sumerjo en un mar de dudas, pues roto, a la superficie salgo troceadito para que te llegue un pedazo.
“Morena, morena, con solera”, moreno, añejo te quiero, pues años habrán pasado dedicada a ti, moreno, moreno.
“La pasión me vence, tus brazos me envuelven” , y yo me dejo aunque no quiero. Malvada pasión.
No hay mensaje oculto, sólo moraleja: cuando una situación no nos gusta, mejor darle la vuelta y quedarse con el reverso (si la crispación no ha acabado con nosotros o nosotros con nuestro “lolailo” personal).
“El profundo” (inusitado), nos ameniza las horas con el poderío de un llorón con voz gritona y desagradable (muy desagradable, excesivamente desagradable, perturbadoramente desagradable), al que acompaña un coro de plañideras mal afinadas.
El flamenco (la rumba) no me nace. No me gustan los lamentos musicalizados de nadie, si acaso tolero mis gorgoritos líricos, pues mientras torturo al silencio, al menos estoy sintiendo el peso de la pena en “mis adentros” más hondos.
Resultándome imposible concentrarme y algo crispadilla, presto atención a la letra convenciéndome de que todo sucede por alguna razón (ya) y si mis oídos se han unido a un género tan poco adecuado en horas laborales, es porque hay un mensaje oculto y mi misión es descifrarlo.
Rescato algunas frases que consigo entender entre “aies”, “ays”, “as” y “os” (la mayoría pertenecientes al estribillo, que es lo que más se repite).
“Tú pa’mí y yo pa’ti”, precisión suiza (como los relojes).
“Si te vas, te habrás ido”, y si llegas, habrás venido. La sencillez elevada a infinita potencia.
“La bandera de mi alma por ti ondea a media asta”, el alto contenido intelectual me abruma, lo reconozco. Me la apropio para dar calabazas y después suelto un “aaaay” “arrevenio”.
“Por ti me rompo, por ti emerjo”, por ti me sumerjo en un mar de dudas, pues roto, a la superficie salgo troceadito para que te llegue un pedazo.
“Morena, morena, con solera”, moreno, añejo te quiero, pues años habrán pasado dedicada a ti, moreno, moreno.
“La pasión me vence, tus brazos me envuelven” , y yo me dejo aunque no quiero. Malvada pasión.
No hay mensaje oculto, sólo moraleja: cuando una situación no nos gusta, mejor darle la vuelta y quedarse con el reverso (si la crispación no ha acabado con nosotros o nosotros con nuestro “lolailo” personal).
10 comentarios:
hay que escabullirse de la realidad de alguna forma..
Buena moraleja, pero en esos momentos en que desearías golpear un saco lleno de arena imaginándote que es alguien determinado, en lo que menos piensas es ser coherente y dar la vuelta a nada ::
Un beso.
Querida Da, en la simpleza está la grandeza, analizando lo que entendiste, creo que cada una de esas "jondades" son grandes odas al amor en todas sus vertientes.
Vamos que a mi me dicen morena, morena con solera y me recogen del suelo líquida :)
Piensa que él así es feliz. Bien podrías salir a su encuentro y aplaudiendo soltarle unos "ole, ole y ole".
Ánimo, sólo espero que en su repertorio no esté Camela :-)
Por diosss!
Me has dao ´ande más me duele. Aaaaayyy.
Consuélate. Tú sufres a UNO (no el de Cachos de vida, sino el del post) :P, pero yo tengo el dudoso honor de escuchar a un coche de cada tres que pasan con las ventanillas abiertas y a todo trapo.
Voy a montar una "Plataforma pro-inmolación de Niñas Pastoris y similares". Recojo firmas.
"Si te vas, te habrás ido" ... jajaja sencillamente genial :D
Lo del asta me suena a cuerno y a toro, además de que lo dejan, se reocijan en infidelidades. ¡Cuanta crueldad! :)
Podrías proponerle al lolailo, ambientación musical temática selectiva, que el primer cliente que entre por la puerta, elija la música durante dos horas. En la variación está el gusto.
Un beso.
JORDIM: ¡Cierto! pero sin perturbar la tranquilidad de los demás :)
Gracias por tu visita y por tu comentario.
Un saludo.
SOFÍA SAAVEDRA: Pensaba igual que tu hasta que controlé mi instito agresivo con déspotas del sonido, aunque sí, da ganas de otra cosa.
Un beso.
FRUFRÚ: Mucha razón llevas, pero no tenía el día... En realidad, nunca tengo el día para oír segun que cosas :)
UNO: "Ole, ole, ole" y además le doy un zapateado (me reservo en que parte de su cuerpo) :P
FIEBRE: Afortunadamente solo fue una tarde (de momento), lo que normalmente nos pones en Cadena Cien o Cadena Dial, lo que equivale escuchar la misma canción cada media hora.
Firmo lo donde me digas :P
AL GOLPITO: Es lo que tienen los artistas, que son genios camuflados de gente corriente... ¿Qué sería de nosoros sin sus ramalazos ingeniosos? :P
CARLOSIDEAL: Suerte que no te has referido a los que entran a última hora... Flamenquito prolongado.
Un beso.
ahh y es que no has escuchado a un tal elizalde de por aca... terminarias dentro de una camisa de fuerza...
ALEX: Estoy buscándole desde que sé de su existencia... ¿cuál será mi límite? :P
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