Ha llegado el invierno, después de una segunda primavera (insisto, esto no es normal) en la que las flores han florecido como en la primera, y las hojas de los árboles han permanecido en sus ramitas resignadas a que el aire no las acune en su descenso hacia el suelo.
Mirando como el espacio lo ocupan millones de gotitas de agua que caen intermitentemente (por fin ha vuelto a llover), a mi mente acude (no sé porqué) un himno, el del amor.
“El cielo azul sobre nosotros puede hundirse y la tierra puede derrumbarse. Poco me importa si me amas, yo loco por el mundo entero / Mientras el amor inunde mis mañanas, mientras mi cuerpo se estremezca bajo tus manos / Poco me importan los problemas, mi amor, ya que me quieres / Iría hasta el fin del mundo; me haría teñir en rubio, si me lo pidieras… / Renegaría mi patria; renegaría mis amigos, si me lo pidieras… / Podemos reírnos de mí, haría cualquier cosa, si me lo pidieras… / Si un día la vida te arranca de mi, si mueres, si estás lejos de mí, poco me importa, si me quieres, porque yo moriré también / Tendremos para nosotros la eternidad, en el azul de toda la inmensidad. / En el cielo más problemas, mi amor, ¿crees que se ama? / Dios reúne a lo que se aman”
Después de oír varias veces el poema cantado de Holderlin creo que hoy no me importa nada. Porque viendo caer la lluvia, no hay nada más importante que ese momento.
Mirando como el espacio lo ocupan millones de gotitas de agua que caen intermitentemente (por fin ha vuelto a llover), a mi mente acude (no sé porqué) un himno, el del amor.
“El cielo azul sobre nosotros puede hundirse y la tierra puede derrumbarse. Poco me importa si me amas, yo loco por el mundo entero / Mientras el amor inunde mis mañanas, mientras mi cuerpo se estremezca bajo tus manos / Poco me importan los problemas, mi amor, ya que me quieres / Iría hasta el fin del mundo; me haría teñir en rubio, si me lo pidieras… / Renegaría mi patria; renegaría mis amigos, si me lo pidieras… / Podemos reírnos de mí, haría cualquier cosa, si me lo pidieras… / Si un día la vida te arranca de mi, si mueres, si estás lejos de mí, poco me importa, si me quieres, porque yo moriré también / Tendremos para nosotros la eternidad, en el azul de toda la inmensidad. / En el cielo más problemas, mi amor, ¿crees que se ama? / Dios reúne a lo que se aman”
Después de oír varias veces el poema cantado de Holderlin creo que hoy no me importa nada. Porque viendo caer la lluvia, no hay nada más importante que ese momento.
6 comentarios:
Aún, en ese momento en que veo llover, si cae un misil en el horizonte, me olvido de la lluvia y salgo corriendo.
Profundo poema, con la música desgarrador y con Edith Piaf ya hubiera sido sublime, pero esos amores eternos, son malos, porque hacen perder la perpectiva :)
mmmm, hoy debo andar revenía..
Porque me parece que algunas cosas son pedir mucho.
Y si se ama, no se piden.
La lluvia, sobre todo, la lluvia calmada y tranquila tiene ese efecto calmante y levemente placentero. La lluvia es bonita cuando se osbserva su caótica regularidad tras el cristal. La lluvia nos aisala del mundo y no une más a nosotros mismos.
La lluvia moja. Creo esto último es lo más cierto :-)
Danielusky, te va a cambiar el concepto que tienes sobre mi,pero yo ni hago todas esas cosas por nadie ni mucho menos las propongo.
El tinte rubio no me pega ;)
Un beso.
¿Qué habrás visto por eso ventana además de la lluvia?
A mi que no me pidan tanto que tanto no doy. Mi límite está en regalar la luna en un espejo.
Esos amores son un poco peliculeros :)
Un beso.
SOFÍA SAAVEDRA: La interpretación de Piaf es extraordinaria, pero el sonido de la versión que he encontrado era tan malo (como si el mostruio de las galletas rondará por detrás), que me inclinado por Groban.
Mujer, si solo piensas en la lluvia (o en lo que sea), ni ves el misil ;P
FIEBRE: Estoy muy de acuerdo contigo. Pero si alguien nos dijera lo que estaría dispuesto a hacer por nosotras, o bien nos está tomando el pelo, o la enajanción mental es monumental. Me inclino por cualquiera de las dos opciones, aunque seguro que hay más.
No necesitamos tanto, pero a veces hay momentos tan grandes, que son inigualables a nada.
UNO: ¡Gran verdad! La lluvia moja. Es el refugio de a quienes nos gusta mojarnos :P
CARLOSIDEAL: No ha cambiado nada. Tienes personalidad,si ella, te habrías teñido a la primera de cambio. No lo hagas nunca, por nadie ;)
Un beso.
ZIMBAGÜE: Vi pasar la vida, mientras yo permanecía detrás de un gran ventanal viendo caer la lluvia.
¿La luna? Regala todo el firmamento (impresiona más).
Un beso.
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