13 diciembre 2009

La vida al revés


Veo en tres noches la interminable “El curioso caso de Benjamin Button”, donde descubro que el efecto de la luz (o falta de ella) sobre las personas, hace variar su fisionomía (y un poco de látex alisador de arrugas también).

Dejando de lado la evidente ilusión del director en querer tener un pajal, día no muy lejano para poder hacer uso de él en sus películas (“Seven”, además de impactarme, me gustó), el planteamiento que Francis Scott Key Fitzgerald, en cuyo relato se basa, hace al invertir el crecimiento es interesante (aunque en la película no haya cuajado y parezca solo una anécdota sin importancia): nacer ancianos y morir bebes.


Rejuvenecer hasta que el primer latido desaparezca o ver envejecer a los hijos, mientras vamos camino de la infancia, con las patologías propias de un anciano, no dista demasiado de la realidad. Se produce un proceso evolutivo hacia lo irremediable y entre el principio y el final la vida transcurre como debe, siendo víctimas de nuestras acciones.


“Quién sabe si morir no será vivir y lo que los mortales llaman vida será la muerte”. Cita de Eurípides que aparece en El retrato de Jennie (la mayoría de nosotros no había nacido cuando se estrenó en 1948), de temática similar (con menos paja) en un ambiente artístico-romantico-irreal, y excelente adaptación del libro de Robert Nathan.


La incertidumbre está servida.

6 comentarios:

zimbagüe dijo...

Me quedo con lo que me ha tocado, no vaya a ser que las funerarias quiebren por hacer sus productos más pequeños :)

Un beso.

Fiebre dijo...

Seven para mí (soy simplona) es una peli de culto)

Así que, veré al Benjamin éste, para entender con absoluta propiedad tu post.
Aunque creo que sé por dónde vas.

Uno dijo...

Seven no me gusto cuando la vi. Quizá era demasiado romántico o iluso para aceptar un mundo tan decandente.

Sobre la película de la que hablas ni pio, pues ni la conocía.

sofiasaavedra dijo...

Estas fiestas la veo sin falta. Vi el trailer por la tele cuando se estrenó (además de a un Brad Pitt, viejecito), y parecía interesante, como también me lo parece la segunda que mencionas. He estado indagando y es difícil de conseguir (muy antigua para los tiempos que corren), pero me gustaría verla también.

Sombre lo de morir como ancianos o bebés, creo que al final, seas lo que seas, acabas llevando pañales y dependiendo de los demás. Es cierto, no hay tanta diferencia.

Un beso.

La Frufrú dijo...

Dani, que cosas te gustan, hija, Seven es muy cruda y final vomitivo, hasta arcadas me dieron.

El Curioso caso de Ben bla, bla, bla, muy tontina a veces, pero se puede ver (sobre todo en la parte del rejuvecimiento del prota, donde me acordé mucho de una escena de Telma y Louis).

Es angustioso hacerse niño, mientras tu pareja envejece. No me gustaria verme en esa situación. Esa es la mejor parte de la peli, del resto, sobran muchas cosas.

Un beso.

Daniela Haydee dijo...

No estoy demasiado avispada para comentaros a cada uno de vosotros como debería, por eso, a todos gracias, y no dejeis de ver o leer algo, porque mi rudeza o la de otra persona os quiten las ganas :P

Probad y comprobad.