11 octubre 2009

Allí

Donde la vida me lleve, iré; donde se detenga, pararé.
En las últimas semanas, la causalidad (y sólo ella quiso que estuviera donde estuve, para saber lo que sé) ha tenido a bien poner en mi conocimiento hipotéticas realidades ajenas a mí, versadas sobre temas universales, con alto cariz trascendental, que rozan lo filosófico y hasta lo metafísico.

En el centro de un círculo con fisuras (como el corro de “el patio de mi casa es particular, cuando llueve y se moja no es como los demás”), observo que hay quienes se proponen cambiar de vida, porque la que tienen no les satisface; quienes reflexionan sobre si el camino tomado años atrás, fue el correcto o hubiera sido mejor seguir otro; también hay quienes evolucionan completando ciclos (a veces vitales); o a quienes les inquieta el porvenir (porllegar); y estoy yo, espectadora en la distancia (por no preocuparme estas cuestiones), viviendo un presente (que es lo único que tengo ahora) sin mañana, y formándome ideas objetivas (subjetivas, la experiencia no deja otra alternativa) acerca de lo que mis sentidos perciben. Yo no pienso tanto (al menos sobre ciertas cosas), como los demás.

Son sus circunstancias, sus razones, las que a todas esas personas les hace plantearse la vida o parte de ella, vivida o por vivir, entretanto, permanezco al margen de esas divagaciones, blindada (por voluntad propia) para que no me alcancen. Aún no.

Será que me he vuelto insensible (reconozco haber sido distinta); que cuanto más fuerte soy, menos vulnerable parezco; que una determinación firme del pasado me mantiene ausente de pensamientos profundos (de esos a los que no escapa nadie) o simplemente, que me limito a vivir hasta consumir el tiempo, viendo pasar la vida de los demás con sus incertidumbres y certezas… Donde la vida me lleve, iré; donde se detenga, pararé.


8 comentarios:

sofiasaavedra dijo...

Mejor no plantearse nada, que andar plantándose todo y acabar "malviviendo".

Te he visto salvar insectos (de esos que te dan tanto repelús) de morir ahogados, y no respirar tranquila hasta que les ves "espabilarse". Sensibilidad no te falta, solo estás más curtida :)

Un beso.

Fiebre dijo...

Insensible no te veo en absoluto. Y ese ejercicio que estás haciendo, me lo planteé hace un par de años y desde entonces no me va nada mal.
Yo estoy en un cambio de etapa ahora mismo, pero por imperativo legal.
Pero cuando se presentó la ocasión de vivir quemando suela, no me lo pensé y lo hice momento a momento.

...Y ahora a lo que venga, pero como yo digo: Fiebre, no pienses...

Y la verdad es que mola. No sé porqué la gente confunde fuerza con insensibilidad. Eso no es cierto.

carlosideal dijo...

Danieluski, deja el buen samaratismo a un lado y no salves ni una vida insecticia más. Esos pequeñajos a veces pican y mucho :)

Creo que tu actitud es pasota y por eso no piensas en algunas cosas (de esas que llamas trascendentales). Tienes razón, no te ha llegado el momento o pasaste por él de puntillas. Conserva lo que tienes, tiempo habrá para lo demás mientras "la vida te lleve" ;)

Un beso, hermosa.

Daniela Haydee dijo...

SOFÍA SAAVEDRA: me da pena la agonia de los insectitos tratando de salvarse en balde, todo mojaditos ellos. Impensable lo que un trocito de papel higiénico puede llegar a significar para algunas especies.

Pensar o no pensar,esa es la cuestión ;)

FIEBRE: es posible que se trate de una táctica para aplazar el momento, pero desde hace varios años, hay cosas que han dejado de preocuparme, tal vez por que me he resignado a ellas.

Sea como fuere, observar, a veces, es mejor que padecer, da otra visión mucho más objetiva de la vida.

CARLOSIDEAL: lo de pasota me ha gustado. Lo de dejar morir insectos nada ¡Qué crueldad!

Un beso.

La Frufrú dijo...

Pensar en que no se piensa ya es pensar :)

No me preocupa demasiado lo que vendrá, sino resolver las asperezas del presente, que como dices es lo que tenemos ahora.

¿Para que ponernos tiritas antes de hacernos daño? :)

Un beso.

Pd: con la cancioncilla del corro, me han caido encima unos 28 años de golpe... ¿Aún se cantaran esas cosas?

zimbagüe dijo...

He cambiado de vida, dos o tres veces, me he arrepentido, seis o siete, he quemado ciclos cuatro o cinco veces, y no dejo de pensar en el futuro.

Soy un tracendental crónico. O muy filósofo :)

Un beso.

Uno dijo...

Pues yo creía tener un armazón duro, pero se ve que tenía agujeros. No sé donde estoy, no se donde voy. Si sé que me dejo arrastrar hasta lugares esteriles. Quiero ahora ser yo quien marque un rumbo, imponer una dirección y un destino, que aunque sea difuso, será una meta en el horizonte.

Para ello voy rompiendo amarras, haciendome más independiente y más asocial. Quizá no me lleve al major sitio, pero será otro.

Daniela Haydee dijo...

LA FRUFRÚ: Mejor no tomar precauciones e ir por la vida sin apositos :P

Un beso.

ZIMBAGÜE: El lado positivo, es que con una vida tan intensa como la que tienes, estás entretenido, lo que hace que te aferres más a ella :P

PD: ¿Tú? Filósofo.

UNO: ¿Es la letra de una canción? Suena a Cabra mecánica. No debería escucharlos tantos, ya hablas hasta como ellos :P