En las noches, hay personas que no duermen, porque están trabajando; porque no pueden o no les dejan (como a mí).
He probado con los tapones, fracaso total. El ruido insano que sale de las numerosas casetas repartidas por el recinto ferial, es tan alto, que los tapones apenas me aíslan de tan demenciales musiquitas, y las oigo como si procedieran de muy lejos. Los ojillos se me cierran, pero el sueño y yo permanecemos irreconciliables. No me gusta que me impongan nada, mucho menos ruidos ajenos (tambores, rumbas, bocinas...)
He abusado de las infusiones para que la noche me encontrara relajada y tranquila. La serenidad tarda en irse lo que se tarda en interrumpirla.
Caminar por la casa, de un lado a otro, a veces ocupando sillas, otras veces sillones, alguna que otra vez el suelo (pues a 34 grados en el interior de casa, es lo que más refresca), tampoco funciona. Leer no es distracción alguna. Escribir tampoco por la falta de concentración.
Pienso y repienso acusando cansancio.
Demasiadas horas despierta, demasiadas horas crispadas.
Me hago cómplice de unas voces que no conozco, pero que me reportan cierto entretenimiento. Lo programas radiofónicos a altas horas de la madrugada, reconfortan. No estoy sola, comparto mis minutos con personas que tienen algo que decir, y que no esperan al día para hacerlo. Conozco sus historias, sus puntos de vista sobre temas universales que en mayor o menor medida, alguna vez nos afecta a lo largo de la vida.
La noche hace que las melodías suenen distintas y esta noche otros serán los sonidos que me entreguen al sueño. Los elegidos.
6 comentarios:
Feliz regreso al trabajo (por fin volvemos a estar en igualdad de conciones).
Ya habrá acabado tu martirio ;)
Una vez escuché un programa nocturno, al que la gente llamaba para contar su cosas (a veces muy fuertes). Oír los problemas de los demás no es atractivo, pero la gente que llama debe sentirse menos sola sabiendo que hay alguien que les escucha.
Un beso, ojos lindos.
Antes que nada, me dice tu Gran Maestro de las Musarañas Silvestres que te pregunte si te has puesto bien los taponcillos y si lo hacías en los agujeros correctos. Vigila de no hacerlo en la nariz, se trata de no oir, no de no respirar, que no tengamos un disgusto.
Mal remedio cuando el ruido ajeno monta tienda de campaña dentro de nuestro cráneo. Poco se puede hacer.
Espero que ya haya pasado toda esa irrespetuosa y desconsiderada efusividad música de tus sitiadores. Espero que el sueño al fin te haya encontrado y tu a él
Espero que estés más fresca que una Rosa de España, si hubiese ganado Eurovisión.
Saludines
Bueno supongo que habrá acabado ya y podrás descansar por fin.
Saludos y buen fin de semana
Para que "el sueño te encuentre", cánsate haciendo ejercio, caerás rendida en la cama, y los sonidos no los escucharás :)
Un beso.
Pd: entonces, ¿no has ido a la feria? ;)
Dani, querida, si el mundo no te gusta, cambialo por otro hecho a tu medida :)
Si darte cuenta has empezado a hacerlo durante esa feria del pueblo. No te compadezcas por las circunstancias, y emplea toda tu energia en luchar contra ella o enmascaradas para que no resalten tanto ;)
Un beso.
CARLOSIDEAL: Gracias. Si por fin acabó hace justamente una semana. Por fin duermo por la noches. Las historias nocturnas la dejaré para otro momento.
Un beso.
UNO: sí, me los puse bien,hice un fideito y dejé que se esparcieran en lugar idóneo. Digo yo, que tampoco hará falta tener una ingeniería para colocase unos tapones.
Procuro mantener alejado cualquier objeto de mis fosas nasales. Pierde cuidado :)
Saludos idealistas.
LUNA AZUL: El "por fín" ha llegado. Gracias :P
Un abrazo.
ZIMBAGÜE: ¡¡NOOOO!! Lo de los ejercicios... a ciertas horas de la noche, una no tiene cuerpo...
Un beso.
LA FRUFRÚ: si que la personalidad se me desdobla y cuando estoy en lo alto del techo, me doy una penita viéndome caminar por la casa somnolienta pero sin poder dormir... Pobrecita de mí ;)
El próximo año cambio el mundo. Te haré caso :)
Un beso.
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