28 junio 2009

Experimentando...


Me inicio en las redes sociales (sólo en una, más de una sería demasié para una principiante tan poco entusiasta como yo), de las que tanto he oído hablar y las que nada me atraen… Pero en un momento blanco, de esos en los que todo lo previsto se trunca o simplemente lo que se trunca es la voluntad a favor de la escasa inquietud por saber de qué va eso sobre lo que todos tienen algo que decir, me registro en la más conocida por mis oídos.

Allí me encuentro (sorpresivamente) con casi todos mis contactos de mensajería instantánea, cuyo gusto por la variación social en internet desconocía, y oculto mi presencia, o más bien no la vocifero (pues oírme no podrían), con el fin de observar y aprender, antes de hacerme ver.

Descubierta soy por uno de ellos (ignoro cómo, dados mis nulos avances en tales lindes), y abordada al poco con una invitación de amistad (vamos a oficializar que somos amigos practicantes en la red, aunque en consideración mantengo, que la amistad es otra cosa, distinta a los vínculos que se establecen en la red, así estos celebren años).

El primer amigo virtual en este terreno, era el único que conocía mis aproximaciones hacia la sociabilidad en banda ancha, pues le había confesado mi acción registral, y en una semana, tengo dos amigos. Ya formo parte de la red, aunque no estoy muy segura de si me gusta la idea, incrédula de mí.

En exhaustiva investigación (curioseando), localizo a varios compañeros del instituto, y mientras van apareciendo nombres que me resultan familiares y cuya identidad de algunos de ellos voy confirmando al ver las fotos que los acompañan (el tiempo a veces es injusto), pienso en las personas a las que no me gustaría volver a encontrar. El pasado, pasado está, indagar en él, puede llegar a ser peligroso en el presente.

Me reconocen, o recuerdan y los mismos mensajes con breves variantes, me llegan cuando contactan conmigo compañeros (a los me unió una amistad pasajera o mal alimentada, en algún caso), más de doce años después: “No sé si eres tú, pero estudiamos en… “,“Creo que nos conocemos, fuimos juntos al instituto…”, “¿Me recuerdas? Soy … y si eres quien creo, íbamos a la misma clase…” Y yo pretendiendo pasar desapercibida… Debería haber dado un nombre falso.

Resuelvo sus dudas y su inquietud por saber si aún les recuerdo, si fueron lo suficientemente importantes en esa época como para que hayan permanecido en mi memoria, intuyo que intentando recuperar una parte de sí mismos perdida, y lo cierto, es que no he pensado en ellos hasta ahora (como ellos no lo habrán hecho hasta que me vieron), pero no me disgusta haberme reencontrado con ellos. A un paso ha estado de ser grato.

Poco a poco, voy haciendo uso de la virtualidad social, aún así, estos intercambios en red, siguen sin causarme mayor efecto que el ácido acetilsalicílico en dolores dentales.

Mi vida, ésta, no va a cambiar porque aparezcan en ella personas de mi otra vida, aquélla. Echar la vista atrás, te convierte en estatua de sal; mirar hacia delante, te permite ver los caminos que aún quedan por recorrer.


8 comentarios:

Fiebre dijo...

Todavía no acabo de entender el porqué de una persona tan aparentemente sociable como yo, que hablo con el camarero, el kiosquero, el frutero, su madre en verso, y rajo lo que no está escrito en el blog, siento ´cierta inquina´ cada vez que escucho lodelFaisbukese.
Tengo allí mi perfil. Cuando no sabía lo que era toda esa movida, mi cuñaílla me mando un correo, pincha aquí y hazte amiga mía y bla bla.
En consideración a su corta edad, me registré, y al cabo de los seis meses al abrir la cuenta (tras bucear en la chuleta de las contraseñas) me encontré con no sécuántos amigos que no conozco, un grupo universario, dos o tres marroquíes varones, 8 ó 10 invitaciones a las "partys" del zapato, del pijama y no sé qué más...
Me entró tanto vértigo, que... hasta hoy.
Ahora leyéndote, ya que te considero de lo más sensato que hay por la red junto con your brother, pienso que quizá me precipité en no mirar siquiera los fundamentos del invento.
Quizá algún día...

sofiasaavedra dijo...

Me encanta el tema de Serrat que has elegido, vaya por adelantado :)

Ese tipo de redes no me van mucho, pero estoy en una de ellas, seguramene en la que te registrate y la verdad es que entro de vez en cuando aunque aún no sé muy bien a hacer qué.

Si no involucraramos un poco más, a lo mejor nos llega a gustar y todo.

Un beso.

Aureliano Buendía dijo...

Deberías tener una columna en el xl semanal :) . Buen análisis de tú experiencia en una red social, de esas que están tan de moda y que perdurarán en el tiempo aunque con mucho menos éxito, porque todo cansa y las web 2.0 no van a ser menos.

Yo he de confesar que no soy gran seguidor pero he formado parte de todas ellas por probar, la última, facebook (lo apunto por si remotamente te picaria la curiosidad y me agregaras ;)

Un beso desde Macondo.

carlosideal dijo...

Querida Dani, para los que hace que dejamos el cole más de 20 años, esas redes sociales, son la nostalgia de lo vivido. El reencuentro.

No se puede vivir del pasado, pero si vivir el presente si haberlo olvidado ;)

Un beso, investigadorilla curiosa.

zimbagüe dijo...

Mis inicios fueron parecidos a los tuyos, que si Facebook por aquí, que si Facebook por allá hasta que lo conocí por mí mismo.

Al principio me pareció divertidillo buscar, encontrar (comprobar lo que el tiempo había hecho con mis compañeros, jejeje) además de poder desarrollar otras series de actividades, pero lo mucho cansa, y me aburrí a los pocos meses.

Al leerte, me ha picado el gusanillo y he vuelto a entrar, pero ya no me hace tanta gracia como antes. Puedo vivir perfectamene sin Faccebook.

Un beso.

Daniela Haydee dijo...

FIEBRE: sensata en ocasiones, y no la mayoría de ellas. No le acabo de encontrar el "quid" al asunto, quizás por falta de entusiasmo.

Las mejores relaciones sociales, son las que se dan en la calle, y en ningún caso, ésts deberían ser sustituidas por la virtualidad de la red.

En esto sí estamos de acuerdo Fiebre... Quizá algún día, y que ese día tarde en llegar :)

SOFÍA SAAVEDRA: Tu optimismo es admirable, pero visto lo visto, no quiero que me guste frecuentar ese tipo de redes. Mejor ni me esfuerzo :)

Un beso.

AURELIANO BUENDÍA: ¡Facebook! Aunque la curiosidad me pique, no sabría como agregarte. Mi falta de interés es tan grande, que no he curioseado lo suficiente.

Así, que investigador nato, eh... :)

Un beso.

CARLOSIDEAL: Carliños, ya sabes que soy un poco "despegada" y hay reencuentros que no quiero que se produzcan, porque hay personas (del pasado) que me traen sin cudidado. Es un poco brusco, pero no puedo fingir que me alegro de ver a alguien a quien no soportaba, solo porque el tiempo puede haber cambiado a esa persona, o mi percepción sobre ella.

Cosas mías ;)

Un beso.

ZIMBAGÜE: Te felicito por ello. Yo también. Y si no me hubiera registrado nunca, no ma habría perdido gran cosas.

Un beso.

Pd: peso a todo, los jueguecitos son entretenidos.

Uno dijo...

Como todo esto de internet hay que usarlo con sensated y mesura. Ya sabes más o menos mis pensamientos sobre "Facebook" lo uso, pero lo practico poco.

Cosas buenas tiene, no hay que negarlo, pero también esas cosas o situaciones extrañas.

A veces si es grato encontrar gente perdida, bien no sé sabe porque del pasado. Y es cierto, quizá hubo una relación pasada que murió, pero ha pasado tiempo y ni esas personas es quienes eran ni tu eres tú. No digo que haya que recuperar el pasado, pero puede ser buena oportunidad para "reconocer" a alguien de él.

No obstante, creo que voy a hacer una seria limpieza de amigos de cartón, esto que están ahí y más bien no lo són

Daniela Haydee dijo...

UNO: ¿Los que cambiamos somos nosotros o nuestra percepción sobre las cosas?

Todo esto de Facebook es muy nuevo para mí, pero por "lo encontrado", me doy cuenta, que hay personas que viven ancladas en el pasado, y eso es justo lo que no me gusta.

Escepticilla soy con esto de las redes.

Saludos, desde tu pueblo.