07 septiembre 2008

Levitando


Recientemente, uno de los grandes maestros de las artes desconocidas, me enseñó a volar haciendo sólo uso de la voluntad, desencadenante ésta de la fuerza y la constancia. No fue necesario concentrarse o cerrar los ojos, únicamente ser disciplinada en aquello que haría que me elevarse.
-Atiende bien discípula preferida. No disperses tu atención hacia banalidades mundanas que poca utilidad te ofrecerán… ¿Ves esa puerta? –Retoricismo. La puerta estaba justo delante de mí.- Colócate firme en el centro de ella entre los dos marcos. La cabeza alta; los hombros rectos; completamente enderezada o el fracaso te alcanzará. Estira tus brazos y piernas cuan hombre de Vitrubio, hasta tocar ambas jambas y permanece en esta posición durante sesenta segundos… Así, muy bien, discípula aventajada –El maestro paseaba delante de mí una y otra vez mientras intentaba ser constante y controlar mi fuerza para no resultar contusionada.- Cinco, cuatro, tres, dos, uno… Separa los brazos y las piernas despacio…
Al hacerlo empecé a levitar. Asombroso pero muy real. Los brazos y las piernas son como dos plumas llevadas por el viento cuando dos tandas de treinta segundos han transcurrido. Estaba volando y desde arriba mi maestro ya no me parecía grande, sólo un punto diminuto en la superficie. Apenas unos minutos más tarde aterricé en el suelo bruscamente, pues aún no sabía cómo hacerlo sin lastimarme.
El gran maestro me consoló con su sabiduría.
-Lo has hecho muy bien, discípula favorita (y única), con perseverancia lograrás volar durante más tiempo y controlar la caída.
Contraindicaciones si lo intentáis en casa.
-Evitar los techos demasiado bajos. Peligro de chichones y fracturas craneales.
-Abstenerse personas con vértigo. Perder la noción de la realidad puede ser contraproducente.
-No recomendable en caso de haber ingerido sustancias alucinógenas. ¡Dangerous!
-¡Atención! No hacer competiciones aéreas. Los aviones siempre saldrán ganando.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Da

¿Pero eso es cierto? Mira que por más que por más que lo intento sólo acabo adolorido.

¿Levitaré algún día?

Un beso.

Anónimo dijo...

Je,je,je,deduzco que esta táctica para volar sin motor, la ideó Da Vinci, fuente de muchos otros aprendizajes. El mundo sin sus estudios no sería lo que es.

Un beso.

Uno dijo...

Sabio el maestro en la técnica y sobre todo en los consejos finales.
Debería tener más discípulos y cobrarles.

Por cierto, vaya gente rara con la que te relacionas.

Saludos

Anónimo dijo...

Eso de gran maestro, me suena al enanín verde y orejudo de la Guerra de las galaxia... Yoda.

Hay que ver que cosas te enseña... Será para economizar gastos.

Un beso.

PD: ¿Tu maestro es también verde?

Anónimo dijo...

Seguiré las advertencias si alguna vez me decido a practicar el vuelo libre :)

Oye, ese día tu maetro y tú estábias un poco aburridos (por no decir aburridos del tó), que forma de aniquilar el tiempo ;)

Un beso, avecilla.

Daniela Haydee dijo...

ZIMBAGÜE: Sí, sí, muy cierto, yo desdes entonces vuelo todos los días un ratito. Por la calle voy de marco en marco para prorrogar mi resistencia un poco más y algún día lograré volar varios minutos seguidos. No dejes de probalo.

Un beso.

SOFIASAAVEDRA: probablemente tengas razóno, a lo mejor sería un poquito peor... ;).

Un beso.

PD: es que Leo a veces tenía unas cosas...

UNO: toda una eminencia y sobre todo muy honrado, porque pudiendo tener cierta remuneración, prefiere delegar su sabiduría desinteresadamente.

Si por algo es uno de los pocos grandes maestros que quedan (los demás se echaron a perder todos).

Saludos.

LA FRUFRÚ: Pues verde, si acaso tendrá los mocos, porque más bien es blanquito, pero no por eso menos Yoda que el propio Yoda.

Besos.

CARLOSIDEAL: propiamente sí, pero es que el conocimiento no ocupar lugar ni espacio, y levitar siempre ha sido mi sueño y como El Gran Maestro, levitan a menudo, pensé que yo podría hacerlo también si le prestaba un poco de atención.

Un beso, buitrecillo.