28 septiembre 2008

Supuestos prácticos

“Llegó el momento de votar por el cambio
¿Qué me respondes? Vamos, no te quedes sentado.
Clara respuesta.
(…) baila a tu lado.
No me digas que lo estás pensando,
(…) a ti te entrega el corazón, escúchale, será tu amigo.
Ven, vota por (…) hoy,
vota por el cambio, sí,
y no le digas que no oh oh uow.
Ven, vota por (…) hoy, será nuestra salvación, hacia una vida mejor oh oh uow”

Cuando las palabras no alcancen oídos latinos, amenízalas con música, sustituye tu voz por la de una valenciana con muchas ganas de ser escuchada, y di justamente aquello que te gustaría oír si estuvieras al otro lado.
Pero, si lo que quieres es entrar en los hogares americanos, una réplica de uno mismo es muy recurrente, y para hacer llegar “el mensaje divino” - para el cual hemos sido previamente elegidos por el “Supremo” después de someternos a la bendición de un cazador de brujas y fantasmas, miembro de la iglesia Pentecostal, a la que por supuesto también pertenecemos en una ceremonia de “limpieza y depuración del espíritu”, que no resulta extraño que sucio y enturbiado esté tras intentar censurar libros “subversores de mentes” de la biblioteca de nuestra población aprovechando nuestro nombramiento de alcalde , como "El origen de las especies" de Darwin o hasta el mismísimo "Harry Potter" de Rowling, o mostrándonos a favor de la pena de muerte, en contra de los matrimonios homosexuales y apostando por la impartición del creacionismo en los colegios para la obtención de "niños sanos"- la “Barbie/Kent todo terreno” (cabeza de familia, trabajador/a padre de varias criaturas, ¿a cuál más singular?...), llevará un mecanismo que accionándolo en la espalda del muñeco/a, éste aulle: “Ojo por ojo, diente por diente”, “Sí se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos”, “Ser divino, diseñador inteligente”…
Puestos a elegir entre la música y el plástico, me quedo con aquello que suena mejor, con la " sabrosura” de las buenas intenciones; con el “asucar” que endulzará la amargura de bolsillos vacíos; con el color a la palidez… por si acaso me rebota una piececita sintética cuando el plástico empiece a rajarse.

21 septiembre 2008

La otra película

Ella, rubísima y con graciosas pequitas en la cara, amante de la artes, las malas, que son las que más instruyen.
Él, morenísimo, con aspecto de intelectual y el atractivo del acechante medio siglo bien conocido.
Ella musita en un arranque de sinceridad jamás visto por ser vivo:

“He sido engañada por ti desde no recuerdo cuando. Pues ya tomé una decisión, debe ya llegar a su fin… Mírame ahora, ¿alguna vez aprenderé? No sé cómo, pero de repente pierdo el control… Hay fuego dentro de mi alma. Sólo una mirada y puedo escuchar sonar una campana… Una mirada más y lo olvido todo…”

Él divaga cabizbajo:

“Ya no quiero hablar, ya se dijo todo, duele aún mover cosas del ayer… Hice igual que tú, me quedé sin cartas..."

Ella, desolada, dirige una plegaria al cielo, deteniendo su paso hacia lugar alguno:

“Mamma mia, aquí voy de nuevo… Oh no, ¿cómo puedo resistirte?... Mamma mia, ¿se muestra de nuevo?... Oh no, cuánto te he extrañado… Si me han destrozado el corazón… Estuve triste desde el día que partimos ¿Por qué? ¿Por qué tuve que dejarte ir?... Mamma mia, ahora realmente comprendo… Oh no, nunca podría dejarte ir…”

Él, abrumado eleva su pensamiento para que los demás lo oigan, sin importarle ya lo que éstos puedan pensar:

“Va todo al ganador, a quien jugó mejor, me toca a mi perder, ¿qué le voy a hacer?... Quise ver en ti, un lugar seguro, un muro alrededor, ese fue mi error… No debí soñar, un amor tan puro, que inocente fue ir de buena fe… Los dioses por placer, eligen sin querer, sus dados al rodar, marcan nuestro azar…”

Ella caminando llega a un arroyo y se sienta sobre una roca en la orilla:

“Estuve enojada y triste por cosas que tú hiciste… No puedo contar todas las veces que te dije que te fueras… Y cuando te vas, cuando das un portazo, creo que tú sabes que no te irás por mucho tiempo… Tú sabes que yo no soy tan fuerte…”

Él, con la mirada perdida, y voz suplicante concluye:

“Ya no quiero hablar, ya no me apetece, gracias por venir, no hay nada que añadir… Siento estar así, si esto te entristece, lleno de ansiedad, de inseguridad, ya lo ves… Va todo al ganador, el juego sigue igual, actúes bien o mal… Lo bueno y lo mejor, va todo al ganador…”

Ocurrió en Madrid, en un congreso.
Ella, de camino al atril se imaginaba en un prado, mientras recordaba lo dura que había sido su relación con él.
Él, observándola ascender las escaleras, pensaba en que nunca dejaría de verla como “la otra”, de quien alguna vez le coqueteó. El tercero en discordia, el Poder, presenciándolo todo, oculto en un palco…
A buen entendedor, pocas palabras (aunque sean musicalizadas y en inglés).

Pd: gracias a ABBA, sin cuya música, muchos momento como éste, no habrían sido proporcionados…

14 septiembre 2008

El principio

De momento no ha ocurrido, pero ¿quién sabe si éste segundo es el último porque se está fraguando el segundo gran “experimento científico del siglo”, sin preguntarnos a los demás, si nos apetece que el mundo se acabe? Depende del momento, a veces da un poco de pereza.

Su nombre es sofisticado Acelerador de partículas, su función, desvelarnos el origen del universo, haciendo colisionar Hadrones (cuya existencia ignoraba hasta la semana pasada, y no estoy muy segura de conocer aún).

Mi propuesta, experimentar antes de “experimentar a lo grande”. Crear un mini universo (seguro que las mentes de varios científicos, teóricos, investigadores… saben cómo hacerlo), con partículas “artificiales” y demás “elementos” necesarios. Construir un pequeño “Gran colisionador” e investigar durante unos años sin necesidad de alarmar a los ciudadanos con un posible “fin del mundo” provocado por la mano humana (como ocurrirá en realidad). Transcurrido un tiempo prudente (ciento cincuenta años estaría muy bien, menos sería un genocidio), lanzarse al universo de verdad, y probar todo lo experimentado hasta el momento para obtener los resultados ya conocidos (aunque diminutitos) y las ecuaciones cobren sentido.

No estaría de más, con motivo de la conmemoración del “el día que supimos la verdad”, hacer todos los años un coleccionable con 374 fascículos explicativos del origen del universo y su descubrimiento, con el regalo de tres piececitas en cada entrega para crear el mini universo y el acelerador de partículas, orientado a pequeños grandes científicos, titulado “Mis primeros agujeros negros” (absténgase mentes mal pensantes).

Frivolidades a parte, la investigación es necesaria (me he quedado mucho más tranquila después de saber que científicos de varias nacionalidades participan en el proyecto, no sólo americanos, cuya inquietud por el conocimiento queda patente en las películas catastrofistas de sobremesa los fines de semana), y reproducir los segundos previos al Bing Bang, puede hacernos pasar a la historia si es que no acabamos con ella antes. Lo que no tengo tan claro (pues sobre oscuridades verso hoy), es si quiero conocer o desconocer lo que está ocurriendo para llegar a ese origen. Saltándosenos los preámbulos (tan imprescindibles en ocasiones), que nos expliquen directamente el origen del Bing Bang y después, si acaso, a que estuvimos expuestos (si porcentajes altos existían de “acabar con todo”), para alcanzar la “gran verdad”. El principio de todo. Nuestro origen.

07 septiembre 2008

Levitando


Recientemente, uno de los grandes maestros de las artes desconocidas, me enseñó a volar haciendo sólo uso de la voluntad, desencadenante ésta de la fuerza y la constancia. No fue necesario concentrarse o cerrar los ojos, únicamente ser disciplinada en aquello que haría que me elevarse.
-Atiende bien discípula preferida. No disperses tu atención hacia banalidades mundanas que poca utilidad te ofrecerán… ¿Ves esa puerta? –Retoricismo. La puerta estaba justo delante de mí.- Colócate firme en el centro de ella entre los dos marcos. La cabeza alta; los hombros rectos; completamente enderezada o el fracaso te alcanzará. Estira tus brazos y piernas cuan hombre de Vitrubio, hasta tocar ambas jambas y permanece en esta posición durante sesenta segundos… Así, muy bien, discípula aventajada –El maestro paseaba delante de mí una y otra vez mientras intentaba ser constante y controlar mi fuerza para no resultar contusionada.- Cinco, cuatro, tres, dos, uno… Separa los brazos y las piernas despacio…
Al hacerlo empecé a levitar. Asombroso pero muy real. Los brazos y las piernas son como dos plumas llevadas por el viento cuando dos tandas de treinta segundos han transcurrido. Estaba volando y desde arriba mi maestro ya no me parecía grande, sólo un punto diminuto en la superficie. Apenas unos minutos más tarde aterricé en el suelo bruscamente, pues aún no sabía cómo hacerlo sin lastimarme.
El gran maestro me consoló con su sabiduría.
-Lo has hecho muy bien, discípula favorita (y única), con perseverancia lograrás volar durante más tiempo y controlar la caída.
Contraindicaciones si lo intentáis en casa.
-Evitar los techos demasiado bajos. Peligro de chichones y fracturas craneales.
-Abstenerse personas con vértigo. Perder la noción de la realidad puede ser contraproducente.
-No recomendable en caso de haber ingerido sustancias alucinógenas. ¡Dangerous!
-¡Atención! No hacer competiciones aéreas. Los aviones siempre saldrán ganando.