Querido mío:
No sé si es la forma más correcta de dirigirme a ti, pero después de cuarenta años separados, te has convertido en mi añorado y cada vez más querido amor.
Solía encabezar mis cartas, recordarás si la memoria aún te alcanza, con un ísimo en el que todo tu ser se sintetizaba ya que adjetivar hubiera sido un error y sólo con superlativos hacía justicia al alto concepto en que te tenía, cobrando sentido todo lo que para mí significabas… Un genio, aunque a menudo decías que mi percepción era desmesurada porque el amor me cegaba. Nunca dudé que fuera así, pero la genialidad te salía a borbotones desde mucho antes de que el amor nos atrapara.
Apenas he sabido de ti en todo este tiempo y a pesar de que fui yo quien puso tierra de por medio, albergué la esperanza de volver para saber que era de ti sin mí, y en el fondo, para congratularme si descubría que eras tan infeliz como yo.
Esta es la carta que me hubiera gustado escribirte entonces si el orgullo o la cobardía me lo hubieran permitido, pero desde que he empezado a dirigirte estas palabras, he comprendido que éste es el momento adecuado para que te llegue, y también para que percibir mi esencia a través de una letra temblorosa, no te resulte doloroso… No ahora que el olvido habrá borrado algunos recuerdos.
Mi rostro es un mapamundi en relieve de mi alma, en perfecta armonía con un cabello decolorado por la vida, pero aún tengo cierta agilidad de movimientos, aunque también dolores que desaparecen con el sueño, y que a veces lo ahuyentan. En una de esas ausencias te escribo. Me he acostumbrado a pensar en ti, a recordarnos antes de que me desencantaras cuando tus ilusiones se independizaron de las mías y nuestras vidas prefirieron separarse. Sé que me culpas por ello, pero si no hubiera visto en tus ojos incertidumbre, nunca hubiera abandonado nuestro pequeño gran mundo. Compartamos esa responsabilidad como único nexo de unión si eres capaz de perdonar la indiferencia a la que te he condenado todos estos años.
Me equivoqué. Este no era mi sitio, lejos de ti. Cuando llegué hallé la paz que necesitaba y mi corazón ya no sufría, ahora lo hace por todo lo que dejé atrás.
En el convento hay demasiado silencio y no estás tú, sin embargo sigues en todas las cosas que hago; en mi mente, como recuerdo de lo que fui y de lo que sentía a tu lado.
No debería albergar estos sentimientos a los que renuncié en el pasado y he ocultado debajo de un hábito, pero dentro de mí, sigues tú… Mi reflejo en el espejo.
8 comentarios:
Esa tía está colgada!!!
Puafff.
La vida sin espejos, es la vida sin reflejos... jejeje.
Algo narcisista es, peor allá cada uno con sus circunstancias.
Besos.
No, no y no. Te estás saliendo del camino. Está el camino... y está el campo a través. LLevas varios escritos fuera... llenandote los pies de polvo por no ir por donde toca sin que te haga falta.
Vuelve a la senda, dejate de este estilo adivina adivinanza, vuelve a sendas más comunes.
El texto el bueno, pero el final me ha decepcionado. Se parece demasiado a los últimos que has publicado. ´
Hazme caso, cambía el estilo.
Me ha encantado...
Me parece muy buena formula la de desviar los finales... Lo mejor es imaginar cómo acabará, cómo terminarás el relato una vez más... fantástico. Escribe lo que quieras y como quieras.
Aunque para algunas personas tengas los pies en polvorosa.
Un beso, reina.
Hola Da.
Intrigadito me tenias. Sencillamente genial.
En cuanto a retractores de tu arte... linchemos a ese tio... jejeje.
Repítete como los pepinillos.
Un beso.
Hola Daniela.
Cierto que los últimos post son muy parecidos y que el factor sorpresa deberías dosificarlo un poco más, pero aún así y a pesar de los pesares, la calidad es indudable... Mójate un poco más...
Un beso admirado.
Pd: sí, linchémosle ahora mismo.
JADE DE SOLANGE: no, sólo que quiere mucho.
Un fuerte puafff para tí.
SOFÍA SAAVEDRA: Verás, es que tenía una relación muy estrecha consigo misma y se echa de menos...
Besos.
UNO: el estilo es invariable, ahora la tónica puede cambiarse...
Precisamente estos últimos escritos son temáticos, destacando lo que que normalmente no se valorora y elevándolo a lo más importante en determinados momentos.
Saludos.
Pd: me gusta el campo a través y los caminos de cabra... :)
LA FRUFRÚ: ya... si pensamos igual... No faltarán más textos como éste... Gracias.
Besos.
CARLOSIDEAL: Carlinhos, no rebases límites, cuco, que los pepinillos a veces son indigestos. Gracias por tus consideraciones.
Un beso.
ZIMBAGÜE: Si me mojo, encojo, pero valoraré tu parecer (aunque no sé hasta que punto te haré caso... ;)).
Besos.
PD: ¡NADA DE LINCHAMIENTOS!...
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