08 enero 2012

Maneras

Las féminas que trabajan (trabajamos) en oficinas (recepcionistas, secretarias, administrativas…) y hasta las que lo hacen de cara al público (yo misma toda la vida), son pasto de seductores potenciales, que mientras esperan a que el mandamás de turno se digne a atenderlos, se distraen contando la parte de su vida más amable, y ensalzando las cualidades de la bendita que soporta el soliloquio con paciencia, aunque los susodichos no las conozcan en absoluto y no tengan criterio suficiente para emitir un juicio sobre las mismas.
La intervención del manifestante acaba con una invitación fuera del ámbito laboral a las que a esas alturas han sido beatificadas en el Vaticano.

En situaciones como estas soy cortante y delimito los espacios vitales, “mi espacio es este, el tuyo búscalo si no lo encuentras… lejos de mí”.

Me incomoda hasta la extenuación las personas que se acercan tanto para hablar que no dejan correr el aire entre las narices y las que rodean los hombros en la búsqueda de una complicidad inexistente e inapropiada, otorgándose licencia para ello.
Cuando invaden mi espacio vital, se me remueven las entrañas y salto como un resorte.

Una combinación de ambas cosas (seductor potencial venido a menos + acercamientos improcedentes) se reúne en una persona a la que tengo que ver más de lo que quisiera.

El sujeto aparece con la que debe considerar su mejor sonrisa (siempre la misma); entabla conversación (acribilla a preguntas personales que no obtienen respuestas); se topa con un muro bastante más alto que él (y no me refiero a la distancia que nos separa del suelo a ninguno de los dos) e infranqueable. Se insinúa; me aburro…
-…yo era independiente hasta que me cazaron –El tono que emplea es despectivo. Vomitivo- pero si quieres me dejo cazar otra vez.

En sus ojos aparece un halo de libertinaje y lujuria. Muestro indiferencia. Habitualmente no estoy para tonterías.
-¿Seguimos con esto?-“Esto” son las cuentas entre proveedor y cliente.

Censuro ciertos comportamientos inadecuados (desde mi perspectiva), producto de la imprudencia y de un complejo donjuanerotenorio asumido. Tirarle los trastos a un tercero/a teniendo en casa espacio para guardarlos nada más que por que sí, me hace dudar de la caridad humana y pensar en “sentimientos” plastificados.

En estas divagaciones estaba cuando me juzgo injusta por deleznar la libertad con la que algunos se conducen en la vida… Muy a su manera, sin tener en cuenta las maneras de los demás y mucho menos de quien duerme a su lado, en caso de que los ronquidos le dejen pegar ojo. ¿Qué más me da a mí?

El “elemento” objeto de mención, no me gusta, no me atrae, razón por la que me pregunto si me mostraría indulgente y empática si se tratara de uno de mis “adonis” particulares (esos que no se pueden tocar porque pertenecen al mundo de la ficción y que solo existen para que la baba se caiga), para no herir sentimientos (en donde sea que residan, si es que residen en alguna parte de su constitución).

No caigo en tentaciones ligadas a otras vidas, aunque se revistan de chocolate negro 100% puro cacao. En este caso, lo dejamos en chocolate blanco, para a quienes gusten de vez en cuando tomar un trocito.

Respuesta a mi retórica inicial con observación práctica: si al menos hiciera uso de la modestia consideraría mi crudeza (no así mi “saber hacer”) y hasta dejaría de fulminarle con la mirada (para lo que me sirve).

Los prepotentes me superan.
La sencillez me ablanda y cautiva.
Las circunstancias me detienen o me dan alas.
A veces vuelo.


13 comentarios:

Luna Azul dijo...

Ya somos dos Daniela, la prepotencia me repugna.
Un abrazo.
Ah genial la canción y voz de esta mujer me encanta.

sofíasaavedra dijo...

No estas siendo injusta Dani, y las razones las explicas muy bien: comportamiento improcedente.

Los hay que tiran la caña aun teniendo pescado en la nevera por si pescan algo más.
Las piezas que más les cuesta pescar son las que más les gusta.

Una entrada muy acertada.
Tu "saber hacer" me gusta :)

Un beso.

la frufrú dijo...

Fíjate que me has leído el pensamiento a algo parecido le estaba dando vueltas y llego a la misma conclusión que tu, no sería menos malévola si se tratase el mismo Clooney.
Es el comportamiento, no los principios que me echarían para atrás.

Un beso, cuca.

carlosideal dijo...

Hay más moscardones que moscardonas revoloteando o las chicas sois más recatadas y no vais a saco.

Dependiendo de la tentación,caigo,caigo y caigo, fijo :)

Suerte para la próxima :)
Un beso.

Daniela Haydee dijo...

LUNA AZUL: He elegido precisamente esta versión de la canción por la voz... Me ha cautivado.

Un abrazo.

SOFÍA SAAVEDRA: La técnica me revienta, me agria el carácter.
Demasiado pescador incauto.

Un beso.

LA FRUFRÚ: ¡Qué justas que somos!
Sí Clooney me propusiera algo, dudaría no solo dudaría de sus intenciones, sino que además me parecería pedante por tenérselo creído :P

Nunca llueve a gusto de todos.

Un beso.

CARLOSIDEAL: Caerías solo si no tuvieras a alguien a tu lado. Carlinhos, tu eres de los que se acaban los libros hasta el final, antes de empezar otro... Te conozco :P

Un beso.

Miranda dijo...

Con los que se acercan tanto para hablar que no dejan que circule el aire necesario para respirar, yo doy un paso atrás... A veces lo entienden, otras ellos dan un paso adelante :(

Con los que te pasan el brazo por los hombros o la cintura, yo siempre pienso "¡No me toques!, pero ¿por qué me tocas? ¿te he dado yo permiso para que me toques?" y me zafo del abrazo en cuanto tengo ocasión... Pero son tan insistentes!!

Fiebre dijo...

Estoy con la Fru frú. El mismo comportamiento en primera persona de manos de tu Di Caprio, haría que al final lo vieras como la versión más triste de Quasimodo.

Es lo que hay.

Por cierto, que me molesta que invadan mi espacio vital hasta sin ánimo de fornicio (una mujer por ejemplo).
Hay gente que sin maldad ninguna, siendo excelentes personas de sentimientos más elevados que los míos, tienen la costumbre de no separar más de un centímetro su cara de la tuya al hablar, tocarte constantemente, andar por la calle "recolgada" de tu brazo hasta hacerte trastabillear...
Esto es más difícil de atajar, porque no tienen el fondo del "Tiburón" y no sabes como poner al menos una palma de la mano de distancia.

David Cotos dijo...

Lo mejor es la sencillez.

Pd: Te invito a que visites mi blog de cine, ahí también publico cuentos míos.

cachos de vida dijo...

Los hay muy pesados, y no es cosas de los tiempos modernos, siempre los hubo.
Te deseo un buen fin de semana.
Un beso.

zimbagüe dijo...

Me apunto a lo que dice Fiebre, hay personas cariñosas por naturaleza que necesitan acercarse y tocar continuamente. A esas personas es complicado ponerles límites, se lo tomarían mal.

Un abrazo.

Daniela Haydee dijo...

MIRANDA: Una de mis máximas es: "que corra el aire". La mano no me la pone encima nadie que yo no quiera... Puedo llegar a ser muy borde.

Gracias por pasarte por el desván.
Un saludo.

FIEBRE: Personas "bien intencionadas" conozco, pero me violentan al sentirme invadida tanto como las otras y huyo despavorida en cuanto tengo ocasión (suelo propiciarla).

Admiro la belleza, pero no dejo que se me eche encima si las circunstancia no son las adecuadas :P

DAVID C: Hasta la sencillez a veces puede llegar a ser complicada :P

Gracias por dejar huella de tu visita.

DISANCOR: Los tiempos no cambian para algunas cosas... :P

Feliz semana.
Un beso.

ZIMBAGÜE: Me gustaría ser buena samaritana (es mentira, no me gustaría serlo nada), pero si me quitan el espacio, me ahogo y necesito seguir respirando :P

Un abrazo.

Uno dijo...

Comparto opinión y sentimiento en este tema. Además me parece algo bastante machista pues el que aborda se cree superior o con poder sobre la "victima".

No me gusta tampoco no guarden las distancias, ya sea hombre o mujer. No me gustan las sorpresas ni los excesos. No me gustan los atrevimientos no consentidos. No me gustan los toqueteos para mantener la atención.

Respecto a la reacción en esta situación dandose el caso que persona que agrede tiene atractivo... no sé que haría, supongo que reaccionaría igual que ante otra, pero también reconozco que recibiendo estimulos tan intensos alguien que me gustase, es muy posible que base la guardia. Eso sí, si es una tonta del bote o una pedante... lo va tener muy complicado.

Saludos desde tu tierra.

Daniela Haydee dijo...

UNO: Mi moral es inquebrantable, nunca me gustó tocar el triángulo (instrumento) y mucho menos intervenir en melodías romáticas.

Las cosas en su sitio, no descolocadas :P

Saludos desde tu pueblo.