-Tienes voz de locutora de radio... de la Ser... Hablar por hablar...
Comercial cordobés de Círculo de Lectores me aborda en el trabajo. Le han enviado cuatro días a Extremadura para conseguir nuevos subscriptores para la revista.
Le explico que desde hace más de veinticinco años somos socios y que mi relación con Círculo empezó en Barcelona siendo muy niña y ha continuado en Badajoz, con la niñez ya lejana.
El acento delata su autonomía sureña. Me cuenta que es cordobés y que está indeciso sobre donde pasar las vacaciones que iniciará en unos pocos días. Tiene un amigo en Huelva que le ha invitado a su casa, pero a lo mejor se decanta por Ibiza, donde vive su hermano.
Mi falta de acento le desorienta.
-Tu no eres de aquí (esto me lo suelen decir una media de tres veces al día)... No tienes acento. ¿Eres del norte, País Vasco?
-Más al este... Catalana.
-Tienes voz de locutora de radio... de la Ser... Hablar por hablar...
No sé como tomármelo, pero me halaga sobremanera que no haya mencionado la Cope, hubiera roto el buen entendimiento cortés surgido entre ambos. Dime lo que oyes y te diré de qué pie cojeas... Hasta el momento piso firme con los dos pies el suelo.
“Hablar por hablar”... programa nocturno emblemático de mi adolescencia que durante muchos años oí, (las noches que no podía dormir... y fueron unas cuantas), donde testimonios de oyentes se combinaban con la bonita voz de la locutora y sus silencios. Las palabras parecían susurros que creaban un ambiente intimista, en el que los demás no existían. Solo la voz y uno mismo. En aquellos años, me hubiera encantado ser yo la “voz”... Me encataría serlo ahora.
El programa sigue emitiéndose, el cordobés (comercial,no torero) lo oye... ¿que le desvelará tanto?
-A mi me gusta mucho la radio... la Ser... la escucho a menudo... me gusta por la noche sobre todo... las voces.
Coincidimos en el gusto por las voces. Me hacen sentir bien cuando son de mi agrado. Son relajantes.
Nos despedimos. La conversación no ha durado más de cinco minutos.
Le deseo suerte en su ardua empresa captadora.
-Te oigo cualquier noche de estas.
Comercial cordobés de Círculo de Lectores me aborda en el trabajo. Le han enviado cuatro días a Extremadura para conseguir nuevos subscriptores para la revista.
Le explico que desde hace más de veinticinco años somos socios y que mi relación con Círculo empezó en Barcelona siendo muy niña y ha continuado en Badajoz, con la niñez ya lejana.
El acento delata su autonomía sureña. Me cuenta que es cordobés y que está indeciso sobre donde pasar las vacaciones que iniciará en unos pocos días. Tiene un amigo en Huelva que le ha invitado a su casa, pero a lo mejor se decanta por Ibiza, donde vive su hermano.
Mi falta de acento le desorienta.
-Tu no eres de aquí (esto me lo suelen decir una media de tres veces al día)... No tienes acento. ¿Eres del norte, País Vasco?
-Más al este... Catalana.
-Tienes voz de locutora de radio... de la Ser... Hablar por hablar...
No sé como tomármelo, pero me halaga sobremanera que no haya mencionado la Cope, hubiera roto el buen entendimiento cortés surgido entre ambos. Dime lo que oyes y te diré de qué pie cojeas... Hasta el momento piso firme con los dos pies el suelo.
“Hablar por hablar”... programa nocturno emblemático de mi adolescencia que durante muchos años oí, (las noches que no podía dormir... y fueron unas cuantas), donde testimonios de oyentes se combinaban con la bonita voz de la locutora y sus silencios. Las palabras parecían susurros que creaban un ambiente intimista, en el que los demás no existían. Solo la voz y uno mismo. En aquellos años, me hubiera encantado ser yo la “voz”... Me encataría serlo ahora.
El programa sigue emitiéndose, el cordobés (comercial,no torero) lo oye... ¿que le desvelará tanto?
-A mi me gusta mucho la radio... la Ser... la escucho a menudo... me gusta por la noche sobre todo... las voces.
Coincidimos en el gusto por las voces. Me hacen sentir bien cuando son de mi agrado. Son relajantes.
Nos despedimos. La conversación no ha durado más de cinco minutos.
Le deseo suerte en su ardua empresa captadora.
-Te oigo cualquier noche de estas.