31 julio 2011

Voces



-Tienes voz de locutora de radio... de la Ser... Hablar por hablar...
Comercial cordobés de Círculo de Lectores me aborda en el trabajo. Le han enviado cuatro días a Extremadura para conseguir nuevos subscriptores para la revista.
Le explico que desde hace más de veinticinco años somos socios y que mi relación con Círculo empezó en Barcelona siendo muy niña y ha continuado en Badajoz, con la niñez ya lejana.

El acento delata su autonomía sureña. Me cuenta que es cordobés y que está indeciso sobre donde pasar las vacaciones que iniciará en unos pocos días. Tiene un amigo en Huelva que le ha invitado a su casa, pero a lo mejor se decanta por Ibiza, donde vive su hermano.
Mi falta de acento le desorienta.
-Tu no eres de aquí (esto me lo suelen decir una media de tres veces al día)... No tienes acento. ¿Eres del norte, País Vasco?
-Más al este... Catalana.
-Tienes voz de locutora de radio... de la Ser... Hablar por hablar...

No sé como tomármelo, pero me halaga sobremanera que no haya mencionado la Cope, hubiera roto el buen entendimiento cortés surgido entre ambos. Dime lo que oyes y te diré de qué pie cojeas... Hasta el momento piso firme con los dos pies el suelo.

“Hablar por hablar”... programa nocturno emblemático de mi adolescencia que durante muchos años oí, (las noches que no podía dormir... y fueron unas cuantas), donde testimonios de oyentes se combinaban con la bonita voz de la locutora y sus silencios. Las palabras parecían susurros que creaban un ambiente intimista, en el que los demás no existían. Solo la voz y uno mismo. En aquellos años, me hubiera encantado ser yo la “voz”... Me encataría serlo ahora.
El programa sigue emitiéndose, el cordobés (comercial,no torero) lo oye... ¿que le desvelará tanto?

-A mi me gusta mucho la radio... la Ser... la escucho a menudo... me gusta por la noche sobre todo... las voces.
Coincidimos en el gusto por las voces. Me hacen sentir bien cuando son de mi agrado. Son relajantes.

Nos despedimos. La conversación no ha durado más de cinco minutos.
Le deseo suerte en su ardua empresa captadora.
-Te oigo cualquier noche de estas.


24 julio 2011

Viajes

Recientemene he viajado en tren desde Barcelona a Badajoz (y a la inversa en tan solo cinco días), trece horas con el aire acondicionado demasiado alto como para no congestionarse; idas y venidas a unos baños que como poco, si se tiene el desacierto de sentarte en los inodoros, se coge una infección de las que procuran muchas molestias para hacerse notar, en caso de ser chica y poco observadora y con el audio y el video fuera de funcionamiento.


Como compañera de viaje, una señora que sin ser desagradable, al contrario, demasiado agradable, tomó la palabra antes de que iniciáramos el viaje y no la soltó hasta que se bajó del tren en La Mancha. Nueve horas de conversación (o solidoquio) ininterrumpido, que no cesaba ni cuando nos comíamos el bocadillo hecho la noche anterior. La hora de la comida debería ser sagrada.


Me explicó su vida completa (desde su nacimiento, aunque éste solo lo conocía a través de lo que sus padres le habían explicado), hasta aquello que hubiera preferido no saber si me hubiera dado la opción de elegir, pero la señora hablaba y hablaba sin parar, enlazando un tema con otro en una terapia intensiva en la que escuché y escuché, interviniendo lo justo para no darle cuerda.


-Te cuento esto porque sé que no voy a volverte a ver. Por eso me gustan los viajes en tren, porque te encuentras con personas que no verás más.


Justamente antes del transbordo (por motivos técnicos, según nos informó el revisor...) en Alcázar de San Juan, con algo más de cinco horas y media de camino a las espaldas, me cuenta que es más fácil hablar de determinados temas con un desconocido que con un familiar o amigo, porque te expresas con libertad, y ella en ese viaje se estaba liberando.


Razón no le falta, aunque no comparto su aficción de contar la vida a personas extrañas, pues parcelas propias hemos de tener, pero esto me hace pensar que es tan fácil inventarse una existencia en viajes largos, que viajar te da la posibilidad de vivir lo que quieres. Y si te vuelves a encontrar con esa persona, te inventas otra historia que justifique la que no existe.


10 julio 2011

Códices

Esta semana el hurto del Códice Calixtino de la Catedral de Santiago merece mención.
La guía turística para peregrinos más antigua que se conoce, custodiada por tres personas a ratos, ha sido sustraída de la cámara de seguridad en la que pernoctaba y nadie sabe cómo ni quién.

Haciendo conjeturas en plan Dan Brown, lo sucedido es evidente: alguien que conocía muy bien como acceder al Códice, así como los horarios de los guardianes, ha contratado a un ladrón profesional con doble vida, cuando no está adquiriendo objetos ajenos a su propiedad, transporta ganado, para llevar a cabo tal hazaña.

El móvil de la apropiación indebida, es que siga permaneciendo oculta a la humanidad una “verdad” que haría “tambalear los cimientos de la religión” y que aparece escrita en el Calixtino en clave y con tinta invisible (zumo de limón, que al calor de la llamas se torna marrón), para que solo los más audaces puedan desvelarlo... Jesús es una invención de la iglesia, la versión masculina de Ramira, la mujer que originó y promovió el cristianismo y que con la palabra consiguió que millones de personas siguieran su doctrina del “buen comportamiento”, considerándola “La Allegada”.

Ramira fue la primera líder mundial de izquierdas, lo que para los religiosos, que al menos la hubieron preferido de derechas para tener algún tipo de fin en común, representó una almorrana en el trasero, tan incómoda y molesta, que para aplacar su notariedad, tuvieron que reinventar los hechos acontecidos, convencidos de que “los hombres hacen la historia, las mujeres alumbran a sus protagonistas”.

El secreto fue recogido por un scriptor anónimo, probablemente monje sublevado descendiente lejano de Ramira, que quiso que a su antepasado se le diera el lugar que le correspondía y vio en el Códice, el vehículo perfecto para hacerlo, ya que era consultado por muchos peregrinos que hacían el camino de Santiago hasta Compostela. De este modo, la verdad viajaría. Fin de las conjeturas Danbrownianas

La versión que baraja la policia es menos peliculera. El Códice se ha robado para venderlo en el mercado negro, pero como difícil será tan codiciada empresa, muy posiblemente acabará destartalado y mal vendidas sus páginas sueltas... Última hora.

Lo extraño, es que el libro no estuviera asegurado y que los canónigos se queden sin Códice y sin indemnización por su desaparición. No es que piense que a la iglesia le interese el dinero, que es así, pero me sorprende su falta de previsión y me planteo seriamente a que se habrá debido su distracción y en qué andarán ahora metidos. Todo se acaba sabiendo, aunque a algunos no les alcance el tiempo.







El video es a petición de Frufrú... Yo también me acuerdo



03 julio 2011

Ausencia

Por qué aquí en nuestro bar,
no había peor lugar.
Total para decir, que a lo mejor te vas
Qué tenemos que hacer, sonreir o llorar.

Asi que esto es un adiós,
mirándonos aquí los dos.
Actores sin papel de una serie B.
Lo que nos hizo reir todo eso otra vez

No se que decir como final,
nada me suena muy original.
Solo repetir aunque no este bien,
Je t'aime.

Te doy las gracias por no decir,
lo que nos puede hacer sufrir.
Hay quien se va a alegrar,
la gente siempre es igual,
cuando algo esta bien, ellos lo lleban mal.

Je t'aime.