01 marzo 2009

Sueño

Mientras duermo el mundo sigue su curso sin mí.
Me adentro en los sueños y vivo la vida de otra manera, condensándose todo a lo que me he expuesto a lo largo del día, en historias surrealistas inconexas entre ellas. A veces, las que más, soy espectadora de secuencias en blanco y negro de todos los géneros; otras, la protagonista involuntaria de las majaderías de mi cerebro.

Imágenes sordas; personas que hablan sin mover la boca. Oigo sus voces, las recuerdo, en caso de que las conozca; o las imagino, si se tratan de personajes creados por mi mente que tal vez existan en algún lugar o que olvidé.

Cataratas de emociones confluyen y la vida inconsciente empieza y acaba en varios segundos, intensa; sembrando la simiente de la que surgirán interpretaciones, acertadas o desacertadas. La teoría infundada de lo soñado; la explicación de la incoherencia; su significado.

Al despertar, todo permanece igual aparentemente. He perdido varias horas vividas del modo convencional; he vivido varias horas en la tierra donde las tinieblas cubren el espacio y la luz se abre paso, en tanto que mi cuerpo va notando la influencia de los sueños.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Dormir es como dejar de vivir un poco. Soñar, estar en otro nivel.

Cuando duermo, no sueño y si sueño no lo recuerdo.

Un beso.

Anónimo dijo...

Soñar puede cansar mucho. Hay noches en las que tengo varios sueños, o en las que estoy huyendo presa del pánico.

Las pesadillas, mejor ni mencionarlas.

Besos.

Aureliano Buendía dijo...

Bella descripción de esa mitad de nuestra vida. Porque en realidad vivimos dos vidas, una despiertos y otra dormidos.

Todo el mundo sueña aunque no se acuerde, yo personalmente sueño todos los días y me suelo acordar.... Si Froyd levantará la cabeza se frustaría conmigo...


Un beso...

Uno dijo...

La cama es un cine donde echan sueños que no elegimos, por suerte nunca empiezan antes de que nosotros lleguemos.

Unas noches están bien, otras nos inquietan y la mayoria de ellas, al menos en mi caso, no me acuerdo ni sobre que iban.

Estoy seguro que los sueños influyen en nuestra vida al igual que nuestra vida en ellos. Y como decía Seguismundo "La vida es sueño y los sueños, sueños son".

Saludos

Breuil dijo...

Yo me conformaría con dormir, a secas. Los sueños los dejo para los días de lluvia en los que nose puede hacer nada excepto mirar pa dentro.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

¿Existirá un proceso mental a través del cual podamos sugestionarnos para soñar a la carta?

Buena reflexión.

Besos.

Saturnino dijo...

Quizás en los sueños demos rienda suelta a nuestra vida real, o quizás sea al revés y en la vida real vivamos nuestros sueños.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Sé que sueño, porque a veces me levanto con una sensación rara de haber "vivido" algo, pero no suelo acordarme de lo que es y si lo recuerdo no lo analizo. Tantos significados por descubrir.

Un beso, soñadora.

Daniela Haydee dijo...

ZIMBAGÜE: A veces es mejor vivir en los sueños, que soñar vivir distinto... Pero sólo a veces.

Un beso.

SOFÍA SAAVEDRA: Será debido a las fuertes impresiones recibidas :)

Besos.

AURELIANO BUENDÍA: Incluso hay quienes viven más de dos vidas, siendo una de ellas siempre la soñada.

Ningún sueño susceptible de ser interpretado por Froyd, sería frustante para él :)

Un beso.

UNO: Pues sí, la influencia de los sueños sobre nosotros, equivale a nuestra influencia sobre ellos, lo que me lleva a pensar en la enterna pregunta, ¿que fue antes, la gallina o el huevo?

Un saludo.

BREUIL: Para soñar es imprescindible dormir, que no es poco, aunque a veces soñar despierto no es mal aliciente para el tipo de día que describes y los demás.

Un abrazo.

LA FRUFRÚ: Probablemente la ciencia haya pensado en ello y en unos cuantos años, la carta será tuya.

Besos.

SATURNINO: En mi caso, ni lo uno ni lo otro, aunque no me resigno a controlar los sueños y soñar lo que no vivo y vivir lo soñado.

Un saludo.

CARLOSIDEAL: Un universo por contemplar ;)

Tampoco es que haya que darle demasiada importancia a lo soñado. Analizar, si acaso, de vez en cuando, pero no superdita nuestra existencia a lo que hemos vivido en sueños.

Un beso.