01 junio 2008

Shivá

-Si te quedas el libro, te leo la mano.
-Si me compras una pantalla de plasma, me quedo el libro y me lees la mano.
-Hecho.
El vendedor hindú deja un libro con imágenes de la India encima del mostrador.
Son casi la dos de la tarde, estoy sola en la tienda y a esta hora, las probabilidades de que entre alguien más (un nipón vendiendo refrescos de cola), son escasas.
Me hace un gesto con la cabeza para que le de la mano. La derecha. La toma entre las suyas y la estudia concentrado antes de pronunciarse.
-Eres fuerte, tan fuerte como vulnerable.-Me lanza una mirada tan negra como la noche más oscura ignorando que me está descubriendo las Américas con tan aguda visión… -En tu pasado hay mucho sufrimiento que hoy son recuerdos que te atormentan.-Después del sufrimiento son lo que quedan, malos recuerdos en la mente de quienes alguna vez se han quemado planchando.
-Lee algo que no sepa, está página la conozco.
Le reto impasible imaginándole con un turbante blanco en la cabeza... Sólo con el turbante.
Me desafía con el negro de sus ojos mientras sus dedos morenos siguen las líneas de mi mano.
-Eres inteligente, sabes abrirte camino en la adversidad, los demás pueden verlo…-Y sin la necesidad de cogerme la mano- Y eso es lo que hace que te quieran a su lado, en su equipo. Tendrás éxito en el trabajo.-La evidencia me asombra, tendré éxito mientras siga habiendo trabajo.
Calibra la expresión de mi rostro, buscando un resquicio desvelador que le abra otros caminos que explorar, pero me mantengo escéptica, infranqueable.
-En tu vida existe un hombre…
-¿Un hombre o amor?
-El amor de un hombre muy próximo a ti…
-¡Un momento! –Finjo interés -¿No puede tratarse de una mujer?
-¿Una mujer?-Su mirada es dubitativa, me inquiere con el azabache de sus soles una respuesta esclarecedora.
-Podría haberse operado…-Creo más confusión en su mente. Es uno de los mejores ratos que he pasado en mucho tiempo.
-¿Operado? Sí, sí, hombre-mujer-amor… -Hace una pausa frunciendo el ceño -¿Es mujer?
-Deberías prestar más atención a lo que les cuelga a la personas y dónde.
Se ruboriza levemente. Ahogo una carcajada con la mano.
-Continúa por favor, ¿quién es ese hombre…? ¿Mí marido?
-No, no, otro hombre… alguien que te ama en la distancia desde tiempos inmemorables.
Su acento hace que todo se torne solemne. Tiene un castellano muy bueno salpicado con seseos y vocales neutras.
-Bien, porque no estoy casada… ¿Y ese hombre –amor se delatará algún día?
-Está esperando el momento adecuado. Tú le asustas, le ahuyentas sin saberlo… -Soy un repulsivo- pero juntos recorreréis el resto de vuestros días.-No sé si eso es muy halagüeño…
-¿Ves algo más?
Guarda silencio. Sus palabras tienen un precio y ya ha sido demasiado generoso regalándome los oídos. Suelta mi mano.
-Ni tu vas a comprarme el plasma ni yo voy a quedarme el libro… Lo de la mano ha sido un error.
La seriedad mostrada hasta ahora se rompe con una sonrisa blanca.
-Que Shivá te proteja.
-Que tus ojos lo vean.
Al salir a la calle, tras apagar todas las luces, para cerrar la tienda, el hindú está esperando en la puerta.
-¿Ya no te asusto?
Niega con la cabeza, dejando entre ver la perfección de sus dientes.
-Partamos entonces a recorrer nuestros días juntos...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Da

Así que el hindú iba con segundas... Seguramente a través del escaparate vio que no había nadie y aprovechó la oportunidad para encandilar con sus ojos azabaches y su sonrisa blanca...

Un beso.

Uno dijo...

Qué "espavilao" el "jodio" hindú comienda pidiendo la mano... y acaba agarrandose todo el cuerpo... y "pa" siempre.

Lo del rollo hombre/mujer/operado sobra queda como un poco estúpida/pedante la dependienta con ese juego.

Saludillos

Anónimo dijo...

La dependienta un poco casquivana es pensando en cosas indebidas a esas horas de la tarde y el hindú muy paciente...

Besos.

Anónimo dijo...

La dependienta esa tiene mucha picardía... desde luego, no se puede embaucar a pobres hinduitos con labor social importante, desvelándonos parte de nuestras vidas.

Besos.

Pd: ¿qué tal sólo con turbante?

Anónimo dijo...

Hola ricura...

La táctica está en hacerse pasar por hindú y leer manos... Llevaré siempre conmigo un turbante blanco, para que no tengan que imaginarme nunca de cierta guisa y disfruten de mis atributos in situ.

Un besillo, auguradora.

Daniela Haydee dijo...

ZIMBAGÜE: El hindú iba con buenas intenciones,sólo a las personas de honrado corazón le llueven bondandes...

Un beso.

UNO: Lo que ocurre es que el visado estaba por caducarse y necesitaba casarse con alguien rápido... Y como la dependienta es un encanto, encantado se quedó con ella.

Por cierto, no es que quede, es que a lo mejor lo es (estúpida/pendante...):)

Saludines.

SOFÍA SAAVEDRA: No juzguemosy no seremos juzgados, o sí, pero no importa, no lo hagamos. La muchacha visualizó claramente la situación, o ese momento o nunca y se aferró al del turbante.

Besos.

LA FRUFRÚ: Es que su imaginación la perdió en pocos segundos y el hindú que se deja un poquito...

Un beso.

CARLOSIDEAL: Si lo intentas, quiero una decrípción detallada de lo sucedido, eso sí, la mejor hora, la de la comida. Te lo aseguro.

Un beso.