1.- Preparar el informe mensual de departamento para la reunión de empresa fijada para la semana próxima. Ya, es raro, pero una buena cara de circunstancia y mostrarse abatido/a por no poder ir puede hacerlo creíble. Utilizar expresiones como: “Me cachis en la mar”, “Con lo que me apetecía ir…”, “Siempre que tengo pensado hacer algo, al final me sale mal…”, para dar más realismo al alegato.
2.-Ese fin de semana tienes programado un viaje desde hace dos meses… Y tienes los billetes comprados y todo… Tanta coincidencia puede levantar sospechas, pero hay que ser resolutivo: “Veré si puedo cambiar los billetes por otros… (no, no puedes, ¡Qué lástima!). De vuelta del viaje, explicar detalladamente como transcurrió.
3.-Confirmar la asistencia con entusiasmo y un día antes llamar con voz apagada y moribunda para decir que tienes gastroenteritis desde la noche anterior con vómitos y diarrea. Es muy frecuente que el estómago se afloje, pero para que no quepa duda alguna de ello, los días posteriores es aconsejable adoptar una actitud pasiva. Caminar despacio con la mirada perdida y el rostro desencajado e interesarse por lo acontecido añadiendo de vez en cuando: “Lo mucho que me hubiera gustado estar allí”.
4.-Una amistad te necesita por algo que no puedes explicar, y te sientes en el deber de estar con esa persona por todo lo que ha hecho por ti. Conviene hacer saber esta circunstancia con dos o tres días de antelación… “No puedo dejarle/a solo/a en un momento como este”.
5.-Has recibido una extraña carta de Hacienda en la que te citan para tratar contigo un asunto sin especificar delicado y estás preocupado/a… “Desde que recibí la notificación ni como, ni duermo”. Trataran de convencerte de que yendo te distraerás, pero es compresible que una preocupación disipe el ánimo.
6.- ¡Visita sorpresa! Alguien a quien no veías desde hacía mucho tiempo se ha presentado en tu casa para pasar unos días y sería descortés por tu parte no atenderla. En el pasado erais inseparables…
La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.
Confesión: No me gusta ese tipo de eventos e ir a uno de ellos sería atentar contra mis principios y faltar a los valores con los que he sido educado/a. No exagerar demasiado.
Honestidad: Sólo te he visto dos veces en mi vida, no tengo trato contigo… ¿seguro que quieres que vaya? Es absurdo.
Radicalismo: Tírate escaleras abajo y magúllate un poco. Es dolorosos, pero muy eficaz.
Interés: Sólo quieres que vaya para sacarme dinero, pero el resto de los días también lo tengo y no me lo pides… A buen entendedor pocas palabras.
Previsión: Ir supondría un gasto extra con el que no había contado este mes y no me conviene.
Hagas lo que se hagas, que sea porque quieres y no porque te lo impongan.
7 comentarios:
Hola Daniela.
Sugiero una excusa real más, robar a punta de plátano un banco... En prisión preventiva, no te dejan ir acontecimientos extracarcelarios.
Besotes.
Eso podría haberlo escrito yo.
Creo haber dado casi todas esas excusas...
Besos.
Pd: en caso de duda, mejor no ir.
Hay otra opción que evita tener que pensar nunca más en escusas de este tipo: ir al evento y ser un terrorista de la sociablidad.
Así no invitarán nunca más.
Saludos
¿A dónde no quieres ir, Danieltia...? Jejeje.
Yo paso de eventos sociales con personas a las que prácticamente no conozco y cuyo interés en mi asistencia es justamente el económico... grrr.
Besos.
¡Ni se te ocurra ir, querida!
Cuanto más lejos estés de esas personas (sean quienes sean) mejor.
Un beso muy afectuoso.
Ve.
Así tendrás algo "bueno" que contarnos... o no...
Saludos.
Pd:vaya dramón.
ZIMBAGÜE: No sé, no sé... tampoco te dejan ir a otros sitios y hacer otras cosas... Lo pensaré...
Besos.
SOFÍA SAAVEDRA: tendré en cuenta tus palabras. Gracias.
Besos.
UNO: es una sugerencia... pero si ya tienes que ir con desagrado donde no quieres, encima tener que comportarte como no te gusta haría de ese día un calvario personal... Un precio demasiado alto... Mejor reflexionarlo antes.
Saludos.
LA FRUFRÚ: en adelante haré lo que tú, pasar...
Besos.
CARLOSIDEAL: Ya... Si tienes razón... pero me faltaría ser tú, para verlo tan claro.
Un beso.
JADE DE SOLANGE: tu sabiduría me desborda y desde este momento desoigo voces ajenas para oír sólo tu voz.
Saludos.
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