En mi ausencia, esta vez, forzosa (aseguro que los mocos, diarreas y vómitos no son los mejores acompañantes del ánimo y menos si se prolongan hasta el hastío) de estos lares en los que cada quien manifiesta lo que le parece en función de las circunstancias gobernantes de sus vidas, varios hechos, algunos de ellos irrelevantes para mi cotidianidad, se han producido y recreado en las bocas de algunos indefinidamente:
LA PRINCESA Y EL MENDIGO
Los hechos: balonmanista jubilado se aprovecha de su estampita para crear empresa de actividades dudosas y lucrarse a conciencia.
Se dice que la princesa llora, está ojerosa y ha adelgazado; que se debate entre el “deber” (todos sabemos lo que tenemos que hacer en determinados momentos, aunque no nos guste o signifique sacrificar lo que tenemos y queremos), el amor a un hombre y el amor a su familia (real).
Elige al padre de sus retoñitos, que lejos de reconocer sus fechorías, huye cuan alma que lleva el diablo para no dar esa cara que tan gustoso mostraba y con la que se ganaba el sustento de sus hijos, que como son cuatro, las necesidades de estos se cuadruplican… Comprensible la finalidad de sus actividades.
DROGAS NO, IMPLANTES SÍ
Los hechos: ciclista español (en el ámbito deportivo, ser español equivale a prosperidad y éxito) es retirado de la circulación acusado de haber tomado algún tipo de substancia química no permitida a los de su gremio.
Una parte de la prensa francesa (se rumorea que henchidos de envidia), a raíz de esta circunstancia, se mofa de otros deportistas cañí de éxitos probados y reprobados con creces, con la intención (rumor, rumor) de retorcer los dedos en lo que entienden que es nuestra herida.
Nada críticos se muestran, en cambio, con las prótesis de silicona industrial fabricadas por una empresa de su país, que llevan implantadas mujeres de medio mundo, probablemente porque el canon de belleza femenina, para algunos franceses ha variado y consideran hermosas a las señoras que lucen bultos en la asilas (ganglios).
Para que el atractivo sea efectivo, es imprescindible que las prótesis se rompa mucho y que la silicona se desparrame por doquier. Los resultados son asombrosos.
AY PENA, PENITA, PENA
Los hechos: ex tenista triunfadora en su adolescencia publica libro (no necesariamente escrito por ella) en que responsabiliza a sus padres de la “ruina” en la que se encuentra, debido a los tejemanejes que estos se traían con su dinero cuando era gallina y ponía los huevos de oro.
Ella no quería hacer público sus desavenencias familiares, pero dado el bajo grado de entusiasmo mostrado por sus progenitores para que le den el aguinaldo, se ha visto obligada a ejercer presión a través de los medios de comunicación y de los tribunales.
El origen de las diferencias se encuentra en el hombre que la deportista eligió para casarse contra la voluntad de su familia, que sospechaba que su interés era económico y no amoroso.
Aunque solo sea por los buenos tiempos disfrutados gracias al esfuerzo de la muchacha, al menos podrían devolverle lo que nunca ganaron con el sudor de sus frentes.
DONDE DIJE DIGO, DIGO DIEGO
Los hechos: reforma laboral del nuevo gobierno (que huele a añejo), en la que los empresarios podrán despedir a sus empleados sin indemnizaciones, y si tener (humanidad) en cuenta los años que estos se dedicaron a hacer ganar dinero a sus empresas con su trabajo y a mejorar sus vidas. ESTO SI ME AFECTA.
Somos alguien, aunque se empeñen en hacernos nadie.
LA PRINCESA Y EL MENDIGO
Los hechos: balonmanista jubilado se aprovecha de su estampita para crear empresa de actividades dudosas y lucrarse a conciencia.
Se dice que la princesa llora, está ojerosa y ha adelgazado; que se debate entre el “deber” (todos sabemos lo que tenemos que hacer en determinados momentos, aunque no nos guste o signifique sacrificar lo que tenemos y queremos), el amor a un hombre y el amor a su familia (real).
Elige al padre de sus retoñitos, que lejos de reconocer sus fechorías, huye cuan alma que lleva el diablo para no dar esa cara que tan gustoso mostraba y con la que se ganaba el sustento de sus hijos, que como son cuatro, las necesidades de estos se cuadruplican… Comprensible la finalidad de sus actividades.
DROGAS NO, IMPLANTES SÍ
Los hechos: ciclista español (en el ámbito deportivo, ser español equivale a prosperidad y éxito) es retirado de la circulación acusado de haber tomado algún tipo de substancia química no permitida a los de su gremio.
Una parte de la prensa francesa (se rumorea que henchidos de envidia), a raíz de esta circunstancia, se mofa de otros deportistas cañí de éxitos probados y reprobados con creces, con la intención (rumor, rumor) de retorcer los dedos en lo que entienden que es nuestra herida.
Nada críticos se muestran, en cambio, con las prótesis de silicona industrial fabricadas por una empresa de su país, que llevan implantadas mujeres de medio mundo, probablemente porque el canon de belleza femenina, para algunos franceses ha variado y consideran hermosas a las señoras que lucen bultos en la asilas (ganglios).
Para que el atractivo sea efectivo, es imprescindible que las prótesis se rompa mucho y que la silicona se desparrame por doquier. Los resultados son asombrosos.
AY PENA, PENITA, PENA
Los hechos: ex tenista triunfadora en su adolescencia publica libro (no necesariamente escrito por ella) en que responsabiliza a sus padres de la “ruina” en la que se encuentra, debido a los tejemanejes que estos se traían con su dinero cuando era gallina y ponía los huevos de oro.
Ella no quería hacer público sus desavenencias familiares, pero dado el bajo grado de entusiasmo mostrado por sus progenitores para que le den el aguinaldo, se ha visto obligada a ejercer presión a través de los medios de comunicación y de los tribunales.
El origen de las diferencias se encuentra en el hombre que la deportista eligió para casarse contra la voluntad de su familia, que sospechaba que su interés era económico y no amoroso.
Aunque solo sea por los buenos tiempos disfrutados gracias al esfuerzo de la muchacha, al menos podrían devolverle lo que nunca ganaron con el sudor de sus frentes.
DONDE DIJE DIGO, DIGO DIEGO
Los hechos: reforma laboral del nuevo gobierno (que huele a añejo), en la que los empresarios podrán despedir a sus empleados sin indemnizaciones, y si tener (humanidad) en cuenta los años que estos se dedicaron a hacer ganar dinero a sus empresas con su trabajo y a mejorar sus vidas. ESTO SI ME AFECTA.
Somos alguien, aunque se empeñen en hacernos nadie.